Editorial Versión Final | No basta solidaridad con María Corina ¡Gobierno apuesta por “nicaraguazo”!
¡Venezuela avanza hacia un “Nicaraguazo"!
Hace menos de 24 horas, César Pérez Vivas, aspirante a las Primarias de la Oposición por Concertación Ciudadana y el Partido Centro Democrático, advirtió de manera descarnada y valiente, en rueda de prensa, lo que comienza a suceder en Venezuela.
La esperada inhabilitación política de María Corina Machado, quien lidera con holgura la mayoría de los sondeos de popularidad en víspera de la consulta nacional para elegir en octubre al candidato unitario de la oposición, es una herida brutal provocada por la cúpula revolucionaria en su afán estéril de venderle al mundo que Venezuela disfruta de total apertura democrática.
Y vale recordar la lectura de Luis Inacio “Lula” Da Silva sobre la mirada que tiene gran parte del mundo sobre Venezuela. ¿Qué narrativa más clara que la de utilizar a un “francotirador” político para anunciarle al país la inhabilitación política, por 15 años, de María Corina Machado, medida que inicialmente debería ser anunciada por un ente del Estado supuestamente independiente como la Contraloría General de la República?
Además de ser una acción temeraria, irresponsable y anticonstitucional, todo apunta a que la medida es el inicio de una escalada con rasgos similares a los atropellos, actos de persecución y hostigamiento del régimen de Daniel Ortega en las últimas elecciones presidenciales en ese país. “Un nuevo ‘Nicaraguazo”, insistiría Pérez Vivas.
Y no se trata de nombres, líderes, partidos políticos o proyectos. Lo sucedido con la presidenta de Vente Venezuela supera los personalismos y convoca a la unidad nacional planificada. Aquí el tema electoral puesto sobre la mesa para disección es un tema absolutamente secundario. Prima lo político.
A todas luces lo sucedido con Machado forma parte de un protocolo del G2 cubano y de un régimen que quiere desestimular la vía electoral a como dé lugar. La oposición política tiene la oportunidad histórica de enmendar sus errores y asumir, como lo viene planteando Pérez Vivas, un Plan Único Estratégico para un proyecto nacional de transición. Es momento de recuperar la sensatez.
Venezuela exige el cese de personalismos e intereses alejados al cambio del modelo. Es la hora de marcar la agenda política en beneficio de un pueblo que se cansó de sufrir en mengua. Es la hora de levantarle definitivamente las manos a la esperanza.
