El diario plural del Zulia

Editorial Versión Final | Elecciones presidenciales:  un norte para la oposición venezolana

 

Resulta ingenuo pensar que la administración de Maduro aún controlando el Estado permita a la oposición ir, con las condiciones perfectas (hablando de las democráticas), a las elecciones.

Nunca se tendrá todo lo que se espera de un régimen mañoso y autoritario.

Al contrario y estratégicamente la oposición debe exigir condiciones mínimas, las básicas y apegadas a las leyes.

La prioridad de la oposición antes de pedir apoyos internacionales, lo patriótico e inteligente, sería construir verdadera unidad a lo interno del país. Pero la unidad real, sin mezquindades, efectiva y con resultados sólidos para una ruta pactada de gobierno post madurista.

¿Por qué pensar y creer que el mundo nos va apoyar sin ver unidos a los partidos y en sintonía con la sociedad civil?

Pareciera que los grandes bloques de países que han apoyado a Venezuela en el pasado reciente suelen ver fragilidad al constatar la falta de voluntad política de la oposición por nuclearse de una vez por todas.

En privado, líderes mundiales les han trasladado a los representantes opositores que no existe verdadera unión, que no se ve, que no terminan de articular. De esto se ha hablado en el Elíseo, en la Casa Blanca, en Bruselas… y allí sigue la fragmentación.

En pocas palabras, desde Europa y Estados Unidos no encuentran un proyecto unificado contra el régimen y Venezuela sale del radar de sus políticas internacionales, más aún con la guerra de Ucrania y otros conflictos que se posicionan por encima del nuestro pese a la destrucción del país y a una migración forzada de entre las tres primeras del mundo de una nación que no está en guerra.

Pero, ¿acaso también la oposición no cree en su propia potencialidad?

Es preciso reconocer que los liderazgos aislados sin dirección ni estrategia política están destinados al fracaso. Es una muerte anunciada.

Los ciudadanos siguen escépticos al observar que los líderes de la oposición no son capaces  de ponerse  de acuerdo.

¿Por qué entonces exigirles a los ciudadanos que elijan y sigan a un liderazgo aislado?

Es la hora de la humildad y del desprendimiento de los egos e intereses personales o partidistas.

Unidad estratégica y política es lo que la sociedad debe exigir como condición única e innegociable a los candidatos de oposición de las primarias y a todo aquél que piense conducir al país hacia la reconstrucción del Estado de Derecho y su relanzamiento como tierra de grandes ambiciones políticas, económicas, sociales y de conocimiento.

Para ello, es propicio después de estas dos décadas autoritarias, minimizar el presidencialismo  y eso pasa por un viraje a la democracia federal y parlamentaria en la ruta de un gobierno de transición.

Carlos Alaimo 
Presidente-Editor
3-de Julio, 2023

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