El diario plural del Zulia

Editorial Versión Final | Benedicto VXI y la enseñanza humanista

Joseph Ratzinger, el Papa emérito Benedicto XVI ha partido, pero su humanismo ha quedado plasmado en enseñanzas, actos de creación intelectual y obras.

Un teólogo histórico de la Iglesia Católica de los tiempos modernos, con un sentido elevado de responsabilidad en la defensa de la misma fe que lo transformó. Tildado de inquisidor antes de su llegada al pontificado y también ya siendo pontífice, desmontó esas corrientes de opinión con actos de justicia en momentos en que los cimientos de la Iglesia crujían ante los escándalos de pederastia.

Pero el Papa salió al frente más como un castigador a lo interno, implacable ante el abuso sexual intramuros de la Iglesia y enfiló sus ya agotadas fuerzas físicas en diseñar la arquitectura para procesar a sacerdotes victimarios. No era tarea fácil.

Soportó las críticas que la consideraron una respuesta tardía de la Iglesia, y sin embargo su foco humanista y espiritual lo guió para no abrir el debate del tiempo, sino más bien de la eficacia y el perdón público. Sí, Benedicto XVI pidió públicamente y varias veces, como era de esperar, el perdón a las víctimas de pederastia, y era un perdón no solo enunciativo puesto que iba acompañado de un propósito de enmienda desde el papado.

La rigurosidad de su fe resultó infranqueable para grupos de poder en el Vaticano que pujaban en la propia casa de Dios por mantener el velo sobre los escándalos como si de una omertá se tratara.

Benedicto sabía del reto, conocía muy bien los engranajes de la Iglesia Católica, él mismo había ayudado a ajustarlos durante el largo pontificado
de Juan Pablo II, pero ya en 2013, tras casi 8 años de mandato, no tenía las fuerzas físicas y mentales para continuar afrontando el enorme peso de la institución que además se resentía por los casos de abuso.

El acto de su renuncia fue un acto de reflexión, de sentido político y humanista, anclado en un profundo amor a Dios desde su conciencia que le llevó a interpretar, no dudamos que con mucha oración de por medio, la exigencia de los nuevos tiempos para la renovación y la evolución de esta iglesia nuestra.
La necesidad de un nuevo rostro para una iglesia más universal y abierta se le presentó como respuesta clara en su búsqueda.

Todo ello luego de haber dedicado su poderoso intelecto a reconfirmar las bases de ese humanismo que profesaba en sus 3 encíclicas; Dios es Amor, Salvados en la Esperanza y Caridad en la Verdad donde se halla un patrón tan profundo como esclarecedor sobre la naturaleza verdadera del amor como un
hecho unificado en Cristo, como un motor de caridad verdadera para todo ser humano y como elemento transformador de la sociedad.

Desde Versión Final nos sumamos a los honores al Papa Benedicto VXI en la esta hora de su encuentro con nuestro Señor Jesuscristo.

Carlos Alaimo
Presidente -Editor

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