El Girona de Yangel Herrera asalta la punta de LaLiga con triunfo 2-4 sobre Osasuna

El Girona se aúpa al liderato en solitario de Primera división tras remontar ante Osasuna en un gran partido de fútbol por parte de ambos equipos. Los de Míchel supieron resolver un encuentro que, durante momentos, se le complicó ante un rival combativo. Y, de nuevo, lo hicieron a base de fútbol pero, sobre todo, de pegada, esa que le ha llevado a convertirse en el máximo goleador de la categoría con 29 dianas.

Se adelantó en el marcador el Girona con una contra de manual culminada, pero luego le daba la vuelta Osasuna con dos goles de Budimir. El encuentro se desemparejó y llegó el vendaval catalán. Dovbyk, Tsygankov y Aleix García le otorgaron al Girona un gran triunfo en El Sadar, reseña Marca.

Ambos equipos brindaron una gran primera mitad, llena de ritmo, alternativas y con dos golazos por su buena elaboración. Comenzó mandando el Girona, con muchos centros laterales que hacía sufrir a los rojillos. Pudo marcar de cabeza Yangel Herrera, pero se le marchó rozando el larguero.

Sávio por la izquierda y Dovbyk hacían estragos en la zaga local. De todas formas, Osasuna no se arredraba y también rondaba el área. Pero arriesgar tanto tiene sus consecuencias a veces y eso llevó al primer gol.

El Girona recuperaba un balón casi en su córner y con un contragolpe de manual hizo el 0-1. Sávio a Dovbyk, que la aguantó de espaldas a la llegada del brasileño, que luego siguió corriendo con el esférico para dársela de nuevo al ucraniano, que la ponía al final rasa en el segundo palo a la llegada de un Iván Martín que sólo tuvo que empujarla.

El tanto no enterró a Osasuna que, en cambio, empezó a crecer. Y más a partir del empate de Budimir. Otra gran jugada de equipo, donde el croata la culminaba tras una dejada de espuela a Moi Gómez, que le pegaba rasa. Gazzaniga hacía una gran estirada, pero Budimir estaba atento para resolver el balón suelto.

Quedaban 20 minutos y el ritmo no decayó. Los dos equipos tuvieron llegadas para aumentar el marcador. La lluvia no rebajó el nivel. Incluso fue la excusa para que corriera más el esférico. Osasuna tomó el mando, que continuó en el inicio del segundo tiempo hasta que se puso por delante.

De nuevo, Budimir culminaba una gran jugada colectiva. Hasta 19 pases construyendo el tanto del croata con la cabeza, que definió de maravilla.

Ahí fue cuando se puso el mono de trabajo el equipo gironí, que empezó a acumular peligro. Osasuna se fue encerrando y, aunque también tuvo sus llegadas, no pudo contener a su rival. Dovbyk terminó igualando de cabeza en el segundo palo tras un centro de Miguel Gutiérrez.

El empate no le valía al equipo de Míchel, que encontró el premio con Tsygankov, que reaparecía tras lesión para poner el 2-3.

Con Osasuna ya desquiciado, llegó el cuarto. Otro golazo que llevó la firma de Aleix García, de volea.