El diario plural del Zulia

Lenin Tremont // La ansiedad puede sanar desde la Educación Emocional Interdisciplinar

Ansiedad, la palabra más buscada en Google durante la pandemia por los ciudadanos estadounidenses según un estudio publicado en “JAMA Internal Medicine” y realizado por la Universidad Johns Hopkins.

En Chile una encuesta de Plaza Pública Cadem del mes de abril de 2020 reveló que el 89% de las personas encuestadas dijo sufrir de ansiedad, nervios, angustia, estrés y cansancio desde que se inició la pandemia. Sólo un 5% expresó sentirse tranquilo.

En México, padecimientos como la ansiedad han aumentado hasta 30% según la doctora María José Ramírez de Azcapotzalco, en una entrevista en el noticiero de Televisa que data de febrero de 2021.

Un estudio de marzo de 2021 realizado por el PhD. João Mauricio Castaldelli Maia y publicado por la revista científica Psychological Medicine demostró una prevalencia global de ansiedad del 21 por ciento. Asia presentaba niveles 18 por ciento en comparación con otras regiones del mundo que presentan el 29 por ciento. Europa no se diferenció de Asia ni de otras regiones del mundo. China tiene una menor prevalencia con un 26 por ciento.

Para la Educación Emocional Interdisciplinar existen 5 emociones básicas que al no educarlas se generan conflictos emocionales que estructuran, programan y desencadenan enfermedades, problemas de relaciones o conducta y estas son la alegría, la tristeza, la ira, el asco y el miedo, esta última puede traer consigo como extensión, una emoción secundaria como la ansiedad.

La ansiedad es el temor ante una amenaza que se aproxima, ya sea éste real o imaginado porque el inconsciente y provocan en el cerebro la liberación de una serie de neurotransmisores son en última instancia los responsables de los cambios fisiológicos que experimentamos como el aumenta la frecuencia cardíaca que bombea más sangre a los músculos, se pueden experimentar palpitaciones, taquicardias, dolor precordial temblores, tensión muscular, cefaleas, sudoración, sequedad bucal, mareos, falta de aire, náuseas, vómitos, indigestión, diarrea, estreñimiento, hinchazón abdominal y acumulación de gases, entre otros.

Un importante estudio llevado a cabo en el Rotman Research Institute de Baucrest, de Canadá, reveló que estar en modo ansiedad de forma constante afecta áreas del cerebro degenera y  deteriora el funcionamiento del hipocampo y la corteza prefrontal con lo que corre el riesgo de  desarrollar trastornos neuropsiquiátricos, incluyendo depresión y demencia.

Cuando el sistema simpático se dispara y toma el control del cuerpo para esquivar un riesgo las reacciones pueden ser de tres tipos: lucha, huída o parálisis (hacerse el muerto) ante un conflicto emocional que puede estar relacionado con miedo al futuro a falta de control o a volverse loco, también puede relacionarse con una sensación de muerte inminente, percepción de pérdida de memoria que genera inseguridad, por desvalorización, impresión de limitación, impotencia e incapacidad para afrontar algo, obsesiones o compulsiones.

Desde la Educación Emocional Interdisciplinar la Dra. Nelly Hodelín Amable y el Dr. Lenin Tremont Franco desde hace 4 años a través del Centro de Captación Atención y Orientación “Amables y Franco” forman profesionales para acompañar a sanar a personas con este síntoma que esconde otra emoción (inconsciente) oculta como por ejemplo el miedo y por medio de la Clínica de Emociones brindan consultas y dan diversas herramientas para que se eduquen emociones y afronten las creencias limitantes que llevan a imaginar los peores finales y potencien otra realidad que los libere de los efectos  de la ansiedad.

Desde el tratamiento terapéutico generamos un plan para aumentar los neurotransmisores que influyen en el ánimo y directamente en la ansiedad, cuando sus niveles están bajos, estos son la serotonina y el GABA (Ácido gamma-aminobutírico), el primero localizado en varias regiones del sistema nervioso central y el segundo más abundante en el encéfalo.

Cuando los niveles de estos neurotransmisores están altos sus efectos son notables porque la persona es más calmada, paciente, duerme mejor, se relaja con facilidad, posee mayor control de sí mismo, aumenta su sociabilidad, adaptabilidad, buen humor y memoria.

Con la Terapia en Educación Emocional aprende a renunciar a la ansiedad a vivir y gozar el presente que es un regalo, por eso se llama presente y así se conectará con la serenidad, plenitud, paz interior, felicidad y el amor.

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