El diario plural del Zulia

Una sociedad inclusiva y sin estereotipos, la petición de los zulianos en el Día del Síndrome de Down 

Versión Final conversó Oneyda Abreu, madre de un joven de 26 años llamado Víctor Jesús Pirela, que fue diagnosticado tras su nacimiento y que en la actualidad recuerda a la colectividad que "ser diferente es algo común". Abreu resaltó los pequeños pasos que ha dado la sociedad venezolana para incluir a la cotidianidad a las personas con este síndrome, aunque cree que aún faltan subir algunos eslabones para llegar a un pleno concepto de "inclusión"

“Acabar con los estereotipos”, es el lema con el que el mundo hoy celebra a todos aquellos con Síndrome de Down, personas que demuestran a diario que puedan vivir en igualdad de condiciones bajo una sociedad más inclusiva.

Tal es el caso de Víctor Jesús Pírela, un joven de 26 años que fue diagnosticado tras su nacimiento y que en la actualidad recuerda a la colectividad que "ser diferente es algo común", una frase que dice con entusiasmo mientras enseña sus coloridas medias impares que representan la copia extra del cromosoma 21 que produce la alteración genética.

Víctor Jesús Pírela

Incluso su madre también lleva un disparejo par de calcetines, de esta forma Oneyda Abreu enaltece a su hijo, a quien cataloga como lo mejor que le ha pasado en la vida.

Soy madre de un chico con Síndrome de Down. Ellos no son seres diferentes, son iguales a todos nosotros porque cada uno de alguna forma somos especiales", explicó la zuliana.

Agregó que los diagnosticados tienen un cromosoma de más que le llaman el "cromosoma del amor". "Es así porque ellos son capaces de amar incluso, a quien no les ama", refirió.

Rumbo a la inclusión

Abreu también resaltó los pequeños pasos que ha dado la sociedad venezolana para incluir a la cotidianidad a las personas con el síndrome, adelantos que ayudarán en el futuro a romper los estereotipos. Detalló que existe educación para las personas con esta condición, al igual que cualquier otra persona con capacidades diferentes.

"Desde que nacen, hay instituciones privadas y públicas dedicadas a educarles. En la educación regular también son aceptados, no tanto como quisiéramos, pero es importante de que tengan un acompañamiento de un equipo interdisciplinario que pueda estar compuesto por psicopedagogos, psicólogos y profesionales de la educación especial, un sin fin de profesionales de la salud y la educación para que ellos puedan alcanzar su máximo potencial porque pueden hacer de todo y muy importante el apoyo familiar", comentó.

Aunque la madre maracaibera ve avances, también comenta que aun a la sociedad venezolana le falta subir algunos eslabones para llegar a un pleno concepto de "inclusión". 

Venezuela ha mejorado muchísimo en cuanto al respeto e integración de las personas con síndrome al campo laboral, educativo y al país en general. Hace 26 años, cuando Víctor Jesús nació, había pocas instituciones y era muy difícil ver a un chico trabajando en un supermercado; actualmente eso es posible. Sin embargo, aún falta mucho: se siguen usando términos pocos adecuados para referirse a ellos", puntualizó Abreu.

Oneyda Abreu con su hijo

Por esto, la mujer pidió a los gobernantes hacer más efectiva integración de los jóvenes y adultos al campo laboral, educativo y social para ser tratados como cualquier persona. "A la población en general les invito a tener respeto, ellos no necesitan ser aceptados, cada uno como es, con o sin síndrome", añadió.

Este mismo planteamiento lo hace José Grasso, presidente de la Asociación Venezolana para el Síndrome de Down (Avesid), quien argumentó que la condición sigue sin ser un tema prioritario en la agenda pública de la nación.

"Hay que seguir insistiendo en que todos tenemos los mismos derechos, que hay que dar oportunidad a los que más la necesitan. El primer obstáculo es el social, es la sociedad. La mejor forma de educar es permitir la diversidad", explicó Grasso a Efecto Cocuyo.

Además, enfatizó que el país no cuenta con cifras reales u oficiales que puedan indicar cuántas personas tienen la alteración genética que se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Ante este panorama, la poca información y la poca inclusión de las personas con Down en algunos países, la ONU hace un llamado para acabar con los estereotipos en todo el mundo.

"Los estereotipos suelen basarse en información limitada o en experiencias personales. Pueden verse reforzados por la forma en que se representa algo en los medios de comunicación o por mensajes culturales. Una vez formado, un cliché puede ser difícil de cambiar", refirió el organismo.

Oneyda Abreu
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