Familia Chávez y amigas de Adriana le rindieron emotivo homenaje a un mes de su partida
Las palabras sobraron para quienes, la tarde de este jueves 1 de febrero, asistieron a la iglesia San Alfonso a rendirle un homenaje póstumo a la jovencita sonriente, carismática y de alma noble, que se robó el corazón de propios y extraños: Adriana Mendoza.
A un mes de que le arrebataran la vida en la C-1, su familia adoptiva en Maracaibo, los papás y hermanos de su novio Luis Anthony; y sus amigos del alma, Pradegia, Ivanna, Wendy, Miguel y Gerardo, recordaron su memoria.
Con unas sentidas palabras cargo del padre Jesús Colina, acompañado por las voces e instrumentos del Ministerio Musical Familiar San Alfonso, comenzó la eucaristía en honor a quien era oriunda de la población de El Venado.
El párraco agradeció a Dios por la salud y la presencia de Luciana Chávez, quien resultara herida (junto a Luis Anthony) en el fatídico choque frontal con la camioneta Kangoo, y permaneciera al menos tres semanas recluida en UCI.
Los aplausos por su recibimiento no se hicieron esperar.
Luciana llegó a la iglesia en silla de ruedas, escoltada por su mamá, Mariana; su hermanito Luis Eduardo, demás familares y una enfermera privada que está a cargo de sus cuidados.
Luis Anthony arribó en muletas, acompañado por sus amigos músicos, y de inmediato se posicionó en el espacio dispuesto para el Ministerio Musical, y así poder tocar la batería. Ahí ya lo esperaba su papá, Luis Erick, pues es el director musical y guitarrista.
Los Chávez se reencontraron en el escenario de la iglesia San Alfonso, tal y como lo hicieron en diciembre por las misas de aguinaldos: Luis Anthony en la percusión, Luis Erick en la guitarra y Mariana en el coro. Justo al frente permanecía sentada Luciana.
En más de una oportunidad el párraco Jesús Colina pidió por el descanso eterno de Adriana y extendió sus palabras de condolencias para sus familiares y amigos.
Minutos antes de culminar la homilía, un racionamiento eléctrico en el sector dejó a la "San Alfonso" en penumbras. La incómoda situación no impidió que Luis Anthony y sus hermanos del ministerio le rindieran un homenaje musical en honor a su amada Adriana.
El momento fue indescriptible. A capela, tan solo con los acordes de las guitarras y acompañado por las voces entrecortadas del espontáneo coro de los presentes, el joven percusionista y administrador de empresa interpretó el tema "Yo te extrañaré".
Prage e Ivanna, las inseparables amigas de Adriana y con quienes vivía arrendada en un apartamento en El Milagro, rompieron en llanto y se abalanzaron en busca de consuelo al regazo de los papás de los hermanos Chávez. Ellos la refugiaron.
Así, con aquella escena que tocó la fibra de los presentes y los hizo sollozar entre abrazos llenos de tristeza y profundo dolor, culminó el homenaje para "La Negra" que tocó la vida de muchos y permanecerá en sus corazones por siempre.
