Colapso de aguas negras atormenta a transportistas, vecinos y comercios del sector La Florida
Los botes de aguas negras son parte del día a día para quienes hacen vida en el sector La Florida, en la parroquia Cacique Mara de Maracaibo. Vecinos, transportistas y comerciantes denuncian el mal olor y el grave estado de la vialidad en la zona, ante la inacción por parte de las autoridades.
La avenida 18 con calle 96 es una vía intransitable si se quiere conservar en buen estado un vehículo. Colectores desbordados, profundos huecos y agua contaminada convierte en una pesadilla la estancia por el sector.
El gremio de transportistas de la ruta del barrio San José clama por una solución ante la desesperación por un problema que data de hace más de 20 años.
El presidente de los conductores, Jumar Zambrano, afirmó que debido a las malas condiciones de las calles, deben realizar reparaciones en el tren delantero de los vehículos de forma casi mensual.
“La vía no sirve, y las aguas negras nos están pudriendo todos los carros. Se gastan como 200 dólares en el tren delantero”, indicó.
En caso de persistir la situación, los transportistas se mostraron dispuestos a bloquear la ruta en modo de protesta.
Lubin Escola, chofer del barrio San José, mostró su descontento ante la cantidad de promesas incumplidas por parte de la Gobernación del Zulia y de Hidrolago.
“Los cauchos se van gastando, gasto 70 u 80 dólares mensuales en reparaciones en mi carro”, aseguró.
Vecinos inundados de aguas servidas
De igual forma, las aguas negras se vuelven una tortura para los vecinos de La Florida, que ven como los botes entran a sus casas, dejando un fuerte hedor y toxinas a su paso.
Este es el caso de Franklin Palmar, que desde hace más de siete años ve como los colectores tapados en las calles provocan que la cloaca entre a su hogar.
Alrededor de 50 familias se ven afectadas, desde niños, jóvenes y adultos de la tercera edad.
Según comentan los vecinos, el bote de agua viene desde el edificio Miranda de Pdvsa, y producto de los últimos trabajos de asfaltado frente a la sede de la compañía petrolera, la situación se agravó para los vecinos de la avenida 18.
“He ido a Hidrolago, descargué la aplicación VenApp y no ha venido nadie. Todos los vecinos de por acá tenemos las casas colapsadas de aguas negras”, comentó Palmar.
Suplicio para el comercio
Al mismo tiempo, los negocios y comercios ven como sus clientes se alejan y sus espacios de trabajo se contaminan.
Irwin Cabrera, propietario de la Maderera San Jorge, indicó que los botes de cloacas afectan los arreglos en el área de estacionamiento de su establecimiento.
Debido a la falta de soluciones, se vieron obligados a contratar a trabajadores clandestinos para arreglar un colector dañado frente a la maderera, que les hizo desembolsar unos 2000 dólares, aunque solo tres meses después, el problema apareció nuevamente, dejando su inversión desperdiciada.
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