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Shohei Ohtani, ¿otro fiasco asiático en Grandes Ligas?

El rendimiento del pelotero japonés ha sido inferior a lo que se proyectaba durante los juegos de pretemporada de las Mayores. El bateador-lanzador no está rindiendo en ninguna de sus facetas, abriendo las dudas sobre otro posible fracaso de un grandeliga del lejano oriente

El fenómeno japonés Shohei Ohtani logró revolucionar todas las Grandes Ligas por sus increíbles habilidades para ser un lanzador confiable y un bateador con poder. Las expectativas en torno a su figura eran tan altas que hasta 10 organizaciones estuvieron interesadas en adquirir los servicios del pelotero, quien se decantaría por vestir el uniforme de los Angelinos de Los Ángeles, pero hasta el momento el asiático no ha lucido nada bien en lo que va de pretemporada.

En el actual Spring Training tiene tres hits en 28 turnos para un desastroso promedio de .107. Como lanzador los registros no varían mucho, en 2.2 episodios ha permitido ocho carreras limpias y tres cuadrangulares para una enorme efectividad de 27.00, además los rivales le batean para .529.

Los Angelinos pagaron 20 millones de dólares, con una opción de 2.3 millones en bonificaciones, a los Nippon Ham Fighters para negociar con Ohtani, quien es comparado con el mítico Babe Ruth y que recibió contrato de liga menores.

En cinco temporadas en su país natal, registró 2.52 en promedio de carreras limpias permitidas con 624 abanicados, a la ofensiva ligó en las últimas dos zafras por encima de .300. Pero llegar con número magistrales a Estados Unidos desde Asia, no garantiza el éxito en suelo americano y es una historia repetitiva en MLB.

La “estafa” más grande

Los Medias Rojas de Boston pagaron 51 millones de dólares a los Leones del Seibu, solamente para negociar el contrato de Daisuke Matsuzaka, a esa cifra se le suman los 52 millones que le pagaron al lanzador por seis temporadas. La última campaña en el lejano oriente fue la mejor para el derecho, dejó efectividad de 2.13 con 17 victorias, máxima de su carrera en la Liga Japonesa del Pacífico.

El año siguiente en su debut como grandeliga, elevó el promedio de carreras permitidas a 4.40, en 2008 registró su única zafra de calidad al ganar 18 compromisos en 29 aperturas, pero luego vino la debacle. Después de abrir 12 encuentros en 2009 fue bajado a ligas menores, la mejor efectividad que registró desde esa temporada hasta su retiro en 2014 fue de 4.92. Los más de 103 millones invertidos por los patirrojos fueron una enorme pérdida para el equipo.

Yankees, fracasados

La llegada de Hideki Irabu a la Gran Carpa fue controversial. Los Padres de San Diego habían pactado con su equipo en Japón el traspaso, pero el jugador se negó a aceptar la operación alegando que el solo jugaría en USA con la camiseta de los Yankees de Nueva York. El deseo del pelotero se cumplió y  los del Bronx obtuvieron los derechos del japonés.

Irabu firmó, por cuatro años y $ 12,8 millones, y llegó con un pedigrí impresionante: campeón de victorias y ponches en la NPB y poseía el récord del lanzamiento más rápido en la historia  (98 mph). Lamentablemente todo su arsenal quedó en la tierra del sol naciente, siendo más recordado por su falta de condición física en el terreno y los problemas con el alcohol que por sus hazañas en la lomita.

Brian Cashman pagó, en 2006 a los Tigres de Hanshin, 26 millones de dólares en el sistema de subastas para poder negociar y llevarse a New York al pitcher zurdo Kei Igawa, para luego firmarlo por cinco años y 20 millones. Llegaba siendo triple coronado en la Liga Japonesa del Centro, pero no pudo trasladar su dominio a las Mayores, el viaje fue de tan solo 16 juegos entre los años 2007 y 2008. El resto del acuerdo los pasó en las diferentes filiales de los Yankees, pero nunca volvió a lanzar en MLB.

Hideo Nomo arribó a los Dodgers de Los Ángeles con enormes proyecciones, pero lo más relevante que consiguió fue ser elegido al juego de estrellas en 1995, mismo año en el que ganó el premio al Novato del Año de la Liga Nacional. Su transitar de 12 años en el mejor béisbol del mundo fue sin penas ni glorias, hasta llegó a otorgar la mayor cantidad de bases por bolas en la Liga Americana con Boston en 2001.

Antes de llegar a los Cerveceros de Milwaukee, Norichika Aoki registró seis campañas consecutivas por encima de .300 al bate, pero en la misma cantidad de años en Grandes Ligas no pudo alcanzar ese promedio y ha sido un bateador más del montón. Otro que terminó siendo del lote fue Kosuke Fukudome, quien logró la triple corona de bateo en su país en 2002 y fue pieza clave para la selección de Japón que se tituló campeona en el Clásico Mundial del 2006, en 2007 los Cachorros de Chicago le dieron un contrato de cuatro años y 48 millones para no destacar en Estados Unidos.

Talento demostrado

No todos los jugadores que provienen de Asia fracasan, no hay que poner a todos en la misma bolsa. La lista de jugadores que con éxito pasaron a la Gran Carpa y tuvieron o actualmente tienen carreras magistrales está encabezada por la leyenda japonesa Ichiro Suzuki, ganador del premio al Jugador Más Valioso y Novato del año con los Marineros de Seattle en 2001, ganador de 10 guantes de oro y tres bates de plata, convocado al All-Star Game una decena de veces y dos títulos de bateo. Además, comandó la liga en hits conectados durante siete zafras, de las cuales cinco fueron de forma seguida.

Hideki Matsui consagró con los Yankees una trayectoria de estrella, ganando MVP y anillo de Serie Mundial en 2009, conectando más de mil inatrapables y casi 800 remolcadas. Yu Darvish, con un póker de participaciones en el clásico de mitad de temporada y quien culminó segundo en las votaciones para el Cy Young del joven circuito en 2013, es otro asiático que se mantiene al mejor nivel de la pelota.

Daisuke Matsuzaka ganó la Serie Mundial de 2007 con Boston.

 

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