"Te regalo un cuento" premió a los ganadores en su tercera edición
“Había una vez unos niños, había una vez unos padres, había una vez una familia, y había una vez un periódico que se atrevió a rescatar la magia…”. Con estas hermosas palabras resumió la psicopedagoga Elsa Cedeño el encuentro que tuvo lugar la mañana del viernes en el Centro de Arte de Maracaibo Lía Bermúdez (CAMLB) para la entrega de reconocimientos a los 17 niños ganadores de la tercera edición del concurso navideño de Versión Final, Te regalo un cuento.
Cedeño fue miembro del jurado calificador junto con los profesores de Literatura infantil de la Universidad del Zulia Alicia Montero y Javier Meneses y el periodista de investigación de Versión Final, José Julio Flores.
Ellos se encontraron esa mañana con los rostros de las historias que los cautivaron, que los entusiasmaron hasta llevarlos a la risa o los conmovieron hasta el llanto, historias que resaltaron entre los 1.060 textos participantes en el concurso y que ellos, como jurado, destacaron para hacerlas merecedoras del reconocimiento entregado.
Pero ese viernes también fue para los padres. El orgullo por sus hijos rebosaba la sala mientras los niños leían al público sus cartas y cuentos. Entre una lectura y otra se colaban abrazos, sonrisas y lágrimas de entusiasmo. La familia como pilar fue el leit motiv del encuentro. Todos agradecieron la iniciativa del concurso que les permitió estar ahí.
“Felicito a los muchachos, pero también a los padres y a la familia que han hecho posible esto”, saludó Carlos Alaimo, presidente editor del diario, a los presentes en la sala.
“Los primeros educadores somos nosotros, los padres, a la familia no la puede sustituir jamás ni un buen colegio ni una buena universidad, el rol de los padres es vital y es por eso que estos niños que han tenido amor por el arte, amor por la letra, amor por la cultura. Si ellos han tenido éxito en esto, ustedes, los padres, tienen mucho que ver con el logro de ellos, y los felicito también”.
Un país “talla S”
“Nosotros pensamos muchas veces como padres que los niños viven en el mundo paralelo y que no se dan cuenta de lo que está sucediendo… es cierto, ellos tienen un mundo que crean, pero que organizan a partir de lo que viven todos los días. Incluso a pesar de lo que nosotros les escondemos, ese niño está viendo, oliendo, escuchando, y sintiendo todo, y en esos cuentos y cartas se vio”, afirmó la profesora Alicia Montero, quien coordinó el jurado.
En los textos resaltó la conciencia de los más pequeños, escritos desde la sinceridad y la inocencia que les sirve de filtro a la realidad que viven. Es lo que José Julio Flores calificó como “un país talla S que está al tanto de todo lo que está pasando y yo creo que muchas veces están más conscientes que nosotros. Me impactaron mucho los cuentos por esa carga de conciencia que hay en ellos”.
Detrás de todo, el talento de los niños, niños que son lectores y ya tienen en sí la semilla de la escritura como una forma de “saldar cuentas con la realidad”, como acotó Flores citando a Mario Vargas Llosa.
Montero, especialista en Literatura infantil, asegura que en los textos ganadores “hay recursos literarios que indican que esos niños están en el camino de ser escritores, y eso es un gran orgullo para los lectores, que agradecemos que hay una nueva generación de escritores aquí”.
Y agregó que “aunque haya cuentos más tristes o más alegres, siempre está allí la huella del deseo de un final feliz, el deseo de que el amor reine, el deseo de que la familia permanezca unida, el deseo de que en estas Navidades recuperemos lo que de verdad es importante”.
Y concluyó la profesora Elsa Cedeño: “…mientras haya un niño que crea, mientras haya una familia que crea que la Navidad existe… mientras esa magia exista, nosotros vamos a vivir felices para siempre. Y colorín colorado, este cuento no ha terminado”.
