El diario plural del Zulia

¿Cómo comer pastas sin miedo a engordar?

Al ser catalogado erróneamente como “prohibido”, muchas personas evitan este alimento. Sin embargo, es importante cuando se habla de una dieta balanceada. Cuáles son los mejores tips para poder comerlo “sin culpa”

Entre los grandes platos elegidos por los argentinos, las pastas se ubican en los primeros puestos. Sin embargo, pese a que son una gran fuente de energía, muchas personas creen que están “prohibidas” si se busca mantener el peso. Entonces, ¿cómo podemos comer pastas sin esa sensación de que se está engordando por el hecho de comerlas? Hay cuatro pistas que son claves.

Ya sean rellenas (que son más sencillas de medir) o simples, las manos pueden ser las mejores herramientas: dos manos ahuecadas es igual a porción de pastas frescas; y un círculo chico con una mano equivale a un plato tamaño postre de fideos cocidos.

Gracias a este indicador se puede evaluar que, como los hidratos de los cereales refinados contienen un alto IG, provoca que al ser consumidos eleven el azúcar de la sangre, la cual es perjudicial para las arterias porque favorece una mayor liberación de insulina, la hormona que facilita el depósito de grasa e incrementa el apetito. Para evitar este aspecto, se debe elegir que estén al dente, a punto o ligeramente más rígidas; el resultado: menor cantidad de insulina y mayor saciedad. Un tip extra: elegir pastas hechas con harinas integrales.

2. Agregarle verduras: este es el segundo truco que le doy porque también se absorbe más lentamente. Se le pueden agregar brócoli o ajíes saltados con un toque de aceite oliva, ya que también ayudan a reducir el IG.

3. Agregarle alguna proteína: entre las opciones puede elegir trocitos de pollo, trocitos de queso, trocitos de carne, eso también.

4. Finalmente, la salsa: las que son ricas en manteca y salsas ricas en cremas, la van a hacer que sea más pesada. Uno puede llevar un plato de 300 calorías a 700 si le pone tocino, le pone huevo, le pone manteca, le pone crema. Es por eso que, la mejor opción, es elegir salsas livianas, como son: fileto, salsa a base de queso blanco descremado, vegetales saltados (tomatitos cherry, brócoli y cebolla), zapallitos y zanahoria con crema light o hierbas picadas con una toque de aceite de oliva. Evite siempre que pueda las salsas y cremas calóricas y reemplace el queso rallado común por su versión light.

Entonces, con estos pequeños trucos usted puede disfrutar tranquilamente de las pastas, varias veces por mes, sin que eso le genere ninguna preocupación. Y recuerde que usted no es un plato de pastas para hacer feliz a todo el mundo.

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