Vuelven los malqueridos

Ay, que agonía, pobre de mí, ser malquerido… así le canta Felipe Pirela a la mujer que a pesar de tanto amor lo traicionó. Hoy el humor negro de los marabinos le deja el seudónimo al billete de 100, fue el de mayor denominación, y de un día para otro, se convirtió un problema cargar con él, perdió poder.

Aún así de noche y día vive conmigo… continúa el verso. El anuncio de su salida de circulación trajo violencia a las calles, y para sopesar el malestar, Maduro concedió 13 días de reconciliación entre los venezolanos y el marrón. Soy mal querido, pero dejarla, por Dios no puedo.

El lunes, el equipo de Versión Final, fue testigo de esa reconciliación. Camino a algunos bancos, los vendedores esperaban en el semáforo con el letrero “Sí acepto billetes de 100”. El “juguero” cargaba la jarra y en la misma mano una paca de marrones, con la otra los iba contando, pegado al borde de la carretera mientras pasaba la luz verde.

La banca pública y privada tenía suficiente visita, unos por taquilla, otros por cajero, buscaban efectivo, si eran de 100 los billetes, ya no le ponían mala cara. “Tengo que recibirlos porque no tengo dinero para movilizarme, y estamos en plena Navidad, si me quedan billetes de aquí a enero, tendré que venir nuevamente al banco a depositarlos”, comentaba resignada María Pietri mientras hacía la cola para sacar tres mil bolívares del cajero del Banco Venezuela.

Ante la ausencia de su remplazo, el marabino lo recibe a regañadientes, es mejor tenerlo en las manos. Los centros comerciales ayer estaban más concurridos, las personas caminaban con bolsas de compras en las manos.

En el centro de la ciudad, había regresado la normalidad, pues el que invirtió en ropa, calzado, artículos navideños y demás productos, pensó mejor lo de no recibir el marrón, y para no perder las ventas de la temporada, también se resignó a tomar el pago con él. Aunque por el malestar que representa ir a depositarlos después en la banca, aseguran que solo lo aceptarán hasta el 28 de diciembre.

Sigue siendo cuesta arriba tener efectivo. Algunos bancos no están entregando efectivo, de ninguna denominación, la mayoría de los cajeros salen de servicio varias veces al día. La cola de personas es el indicador de que en ese banco, hay efectivo.

La escasez responde a que el polémico billete, era el que más circulaba en el país, y ya se han desincorporado 400 mil millones de piezas, quedando a disposición de los venezolanos, solo 1.800 millones, es decir, 30 % de los que con normalidad circulaban en todo el territorio venezolano. Ay, que agonía, pobre de mí, ser malquerido…