El diario plural del Zulia

Sobra gente para revocar, pero escasean las horas

La recolección de firmas para activar el revocatorio no es en ningún caso una consulta, un referendo o un plebiscito. La sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que ordena recabar el 20 % del Registro Electoral por estado y no como la suma del total nacional, exhorta a todos a no caer en esa confusión.

Esto implica, entre otras cosas, un horario administrativo de participación de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, y de 1:00 a 4:00 de la tarde, en un lapso de 21 horas distribuidas entre el 26,27 y 28 de octubre. La norma de que los centros permanecen abiertos mientras haya electores en cola, no existe para este proceso.

Unidad Democrática (MUD), asegura que la sentencia no hace referencia al horario, pero no tiene dudas de que los centros cerrarán a las 4:00 de la tarde, haya gente en cola o no. Sin importar, inclusive, que ello constituya una violación a los derechos políticos del venezolano.

“Pero la MUD está trabajando para tomar testimonio de esa cantidad de personas, para registrarlo y denunciar el atropello que se está cometiendo, y para reforzar la demostración de que existe mucho más del 20 por ciento de ciudadanos que quieren que se convoque el revocatorio”.

La oposición, más allá de demostrar su fuerzas, acude a la recolección de firmas convencida de su triunfo. “Estamos seguros de que se va a recoger más del 20 por ciento, incluso en todos los estados. Y el día 29, cuando ese proceso concluya, le vamos a exigir al CNE la convocatoria del referendo antes del 15 de diciembre”.

La meta

Félix Arroyo, consultor electoral de la MUD, dijo a Versión Final que el “número mágico” para recabar el 20 por ciento de rúbricas es el 245, la cifra de personas que tienen que estampar sus huellas por máquina y por día. Solo así puede sumar las 3.893.129 manifestaciones de voluntad necesarias.

Los estados más complicados para la oposición son cuatro: Apure, Cojedes, Delta Amacuro y Portuguesa, controlados por el chavismo. Es allí —junto a otras 12 entidades donde tiene que apretar tuercas— que debe mejorar sus tiempos.

Un buen promedio —alcanzable a juicio de Arroyo— es de 315 firmantes por máquina al día. “Eso sumaría 5.095.000 firmas, que es más de lo que se necesita”.

La MUD está decidida a obtener más de las 3.893.129 rúbricas que le exige el CNE. Ya sea por estado o en la suma de la circunscripción nacional. Y con eso será suficiente para activar el revocatorio este mismo año.

“La circunscripción del Presidente es nacional y, por lo tanto, para la convocatoria del revocatorio lo que se requiere es el 20 por ciento de la circunscripción nacional. Todo lo demás es una sentencia nula del TSJ, la MUD no le va a parar a esa sentencia”.

El error más caro

El reglamento que regula los referendos data de 2007 y está lleno de ambigüedades, que no excluye el tema horarios, según Jesús Castillo Molleda, politólogo y docente universitario.

Pero también es producto del abandono parlamentario de la oposición entre los años 2005 y 2010, cuando se abstuvo de participar en las elecciones de diputados.

“Dejó que el chavismo hiciera y deshiciera a nivel legal por cinco años. En ese reglamento todo cabe. Y en este momento, cuando el Gobierno tiene una altísima desventaja para un proceso electoral, no queda la menor duda de que usarán el reglamento y la ley en beneficio propio”.

La MUD, dice, podrá negociar con el CNE la extensión del horario en los centros donde se registren obstáculos de naturaleza técnica, máquinas que no funcionen o que arranquen tardíamente. Como ocurrió en Nueva Esparta durante la recolección del uno por ciento.

“Allí la oposición, muy respetuosa y estratégica, logró que se hiciera un proceso diferente al del resto del país, donde prácticamente hubo un día de más para firmar. La lógica electoral, de participación en Venezuela, dicta que mientras exista cola, dejas las mesas abiertas. Pero es obvio que el CNE las va a cerrar a las 4:00 de la tarde”.

Los insultos al árbitro serán contraproducentes. La MUD, añade Castillo Molleda, ya sabe cuáles son los estados difíciles. Allí debe invertir organización y fuerzas extras. “Es dificultoso conseguir la meta, pero no porque falte gente, sino porque lo que faltan son horas de participación”.

 

 

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