El diario plural del Zulia

Rosales se acerca a Maduro, pero cava su propia tumba política

Darwin Chávez, analista político, asegura que el líder de UNT pactó con el gobierno para regresar del exilio en Perú y Panamá y desde entonces es un operador político encubierto. Politólogos cuestionan su aspiración de participar en las presidenciales de 2024

Manuel Rosales Guerrero, gobernador del Zulia y líder de Un Nuevo Tiempo muestra sus cartas en el marco de un proceso histórico que apunta a la transición política de Venezuela. Cada vez lo hace con mayor interés en que, tirios y troyanos, lo vean como un dirigente político pragmático, que acomoda sus intereses a las circunstancias que se desarrollan para, al costo que sea, lograr sus objetivos.

Este jueves, en entrevista con Román Lozinski, en el Circuito Éxitos, reconoció que no descarta lanzarse como candidato presidencial en 2024, a pesar que la oposición democrática, con una cadena de obstáculos impuestos por el alto gobierno, trabaja en dirimir en primarias la identidad del líder que hará frente a Nicolás Maduro en las presidenciales del próximo año.

Todos los venezolanos somos aspirantes a ser presidentes ¿Quién no quiere ser presidente?", respondió al ser cuestionado sobre su posible candidatura. Que me haya retirado de la carrera presidencial ahora, no significa que se me quitaron las aspiraciones, aspiraré hasta el último suspiro de mi vida a ser presidente de Venezuela”, expresó.

¿Acuerdo con el Gobierno?

Sobre esta posición Darwin Chávez, analista y director de Verdades y Rumores, se refiere de entrada con un recordatorio: “Rosales cumple compromisos que tiene con el régimen desde hace mucho tiempo. Recordemos que su ingreso a Venezuela tras su exilio en Perú y Panamá se produjo gracias a un acuerdo. Su encarcelamiento en el Sebin no fue un encarcelamiento como el de cualquier otro preso político. Fue un encarcelamiento cinco estrellas. Estaba en una celda, pero recibía visitas. Y se dice que hasta podía salir”, sostiene.

El periodista y analista, asegura que en 2019, a su salida de la cárcel, Rosales comenzó a saldar su deuda con la revolución. “Aparte de beneficiarse de los negocios que hubo en el interinato, caso Monómeros, él infiltró al interinato para poder complacer al régimen, dar información, influir en algunas cosas”, explica.

Rosales se reuniría directamente con Jorge Rodríguez, quien le garantizó el apoyo para ganar la Gobernación del Zulia el 21 de noviembre de 2021, frente a un Omar Prieto incómodo para el gobierno. “El acuerdo se profundizo con las primarias. Él sabía que no iba a ganar y estableció el compromiso de implosionarlas. De allí su estrategia de no participar y luego apoyar a Capriles, que está inhabilitado”, añade.

Para el periodista, Rosales presenta en los últimos dos meses un comportamiento muy errático en su necesidad de cumplir con los acuerdos. “Eso le está costando su popularidad el Zulia y lo hace cavar su propia tumba política, destruyendo su legado y el del partido UNT”, sostiene.

Declaración que deja grietas

Yoel Lugo, politólogo, entiende que Rosales, por ser gobernador del Zulia, se reúna, se comunique y gestione con el jefe de Estado, Nicolás Maduro u altos funcionarios del gobierno, recursos y solicitudes que vayan en beneficio de los zulianos. “El diálogo y la negociación son parte de la política en cualquier parte del mundo, pero aquí algunos parecieran desecharlo. Lo que el ciudadano sí aspira es que prevalezcan los intereses comunes de la población y no los intereses particulares”.

Lugo aclara que, si bien los artículos 227 y 229 de la Constitución, permiten a cualquier venezolano aspirar a la presidencia de la República, la reciente declaración de Rosales, refiriéndose a su interés por ser candidato en 2024, además de generar fricción con Henrique Capriles, a cuya candidatura anunció su respaldo en las primarias, abre grietas en una oposición que ya viene enfrentando una cadena de obstáculos desde el alto poder para lograr el objetivo, que no es otro que la candidatura unitaria.

Pero antes, Rosales cuestionó la organización de las primarias por ser un proceso manual, criticó y pidió el levantamiento del bloqueo económico de los Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro, acusó a líderes opositores de dirigir al país al barranco y llenar sus arcas, pero lo que más generó reacciones de molestia fue que eximiera al gobierno de su absoluta responsabilidad ante la diáspora venezolana en el mundo, en el marco de la crisis de migrantes que arriesga su vida atravesando el Darién y el peligroso Río Grande.

“El problema es la equidistancia, la neutralidad que intenta vendernos en una situación de injusticia altamente documentada. Al hacerlo, se pone del lado del opresor”, reflexiona Francisco Poleo, analista.

Retratado por consenso

En un artículo de Opinión para la Gran Aldea, Alejandro Armas, analista político, asegura que Rosales evita criticar, a toda costa, a la elite chavista, y más bien hace gala de su entera disposición a colaborar con ella. “Para esto se vale del pretexto de que ‘es necesario solucionar los problemas del país, por encima de las diferencias políticas’. Como si la relación entre chavismo y oposición fuera la de adversarios en una democracia, y no la de un opresor y un oprimido. ¿Pero qué hay de la conveniencia de un gobernador sin carnet del PSUV, pero que Miraflores tolere y que presuntamente hará un mejor trabajo que su equivalente chavista?”.

Rosales no deja de ser tendencia, para lo malo. Enderson Sequera, director estratégico de Espolitiks, consultora, considera que el rol del gobernador del Zulia es dinamitar la consulta opositora. “La primaria despertó la expectativa de cambio y con ello la oportunidad para iniciar una transición en 2024. Si la oposición quisiera destruir por completo esa oportunidad hoy, solo tendría que hacer una cosa: Nombrar a Rósales como su candidato sustituto”, comenta.

Sequera llama a los líderes de la oposición a nuclearse, con un claro mensaje al líder de UNT. “Que la voluntad de iniciar una transición a la democracia sea superior a los egos, las rencillas y la fatal arrogancia de verse vapuleados en una primaria a la que no quieren llegar porque -aunque pontifiquen sobre la ruta electoral- no les gusta contarse”.

Lea también
Comentarios
Cargando...