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Matrimonio venezolano instaló en provincia chilena un restaurante inspirado en su amor por la Gran Sabana

La pareja emigró en diciembre de 2018 desde El Tigre, Anzoátegui. “Siempre tuvimos ganas de emprender”, expresó Miguel González. El local se convirtió en referencia por el sazón de sus patacones, cachapas, tequeños, y demás platos criollos

Fabiana Rojas y Miguel González aman la Gran Sabana y su exitoso restaurant Roraima Sweet & Coffee, ubicado en Buín, provincia de Maipo, Región Metropolitana de Santiago, es una muestra de esa conexión que los llevó a bautizar sus espectaculares hamburguesas con los nombres de sus íconos geográficos: Tepuy, Roraima, Canaima, Gran Sabana y Auyantepuy, entre otros.

Su historia es increíble. Emigraron en diciembre de 2018 desde El Tigre, Anzoátegui. “Siempre tuvimos ganas de emprender. Vendíamos carteras. Fabiana hacía postres. Pero nunca creamos una marca”, recuerda Miguel, quien fue representante de ventas de Empresas Polar por 15 años.

Fabiana, por su parte, era administradora de contratos en Petróleos de Venezuela (PDVSA). “Se nos ocurrió vender productos venezolanos. Fuimos pioneros en la venta de pan de jamón, tequeños, cachitos, Harina Pan, Café Madrid, queso llanero y chuchería criolla”, detalla sobre el impacto en la provincia.

Con ellos llegó Sebastián Camilo, su hijo y principal motor. Comenzaron en una feria, con mesita y toldo. En paralelo, Fabiana inició un emprendimiento de talleres de repostería para niños. “Y como le apasiona la cocina se nos ocurre crear una marca, pero que le permitiera vender productos y comida venezolana”, sostiene Miguel, encargado de los repartos.

Iniciaron con una moto que transformaron en un mini foodtruck. Gestionaron un permiso en la Municipalidad y consiguieron espacio en lo que era un basurero en la Av. San Martín con Manuel Rodríguez. Le tocó limpiar y proyectar. “La primera hamburguesa que publicamos: Tepuy, la preparamos en una sandwichera donde entraban dos hamburguesas. Pensamos que no tendría receptividad y al publicarla nos pidieron ocho”, resaltan.

La calidad del servicio y la sazón en cada uno de sus productos convirtieron el local en referencia no solo para venezolanos sino para chilenos que se enamoraron de sus tequeños, cachapas y platos como el pabellón criollo.

Hoy funciona como cafetería, heladería, sandwichería y venta de productos criollos: cachitos, patacones, pepitos, tequeyoyos, cachapas, empanadas, tequeños, arepas, pastelitos, sancocho de res, mondongo, quesos, waffles y venden productos venezolanos.

También realizan detalles y regalos para celebraciones y cumpleaños. Fabiana y Miguel se preparan para seguir creciendo. Quieren convertir a  Roraima Sweet en una franquicia internacional.

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