El diario plural del Zulia

Katiuska Barco triunfa en Chile por su talento en la extensión de pestañas

Pese a comenzar hace tres años, la venezolana hoy es Lash Trainer y CEO de Katiuska’s Lash, con capacitaciones en la Branko Babic PhiAcademy y Ser Holístico y la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral

Katiuska Barco es una artista pilashe, especialista en estética y cosmetóloga venezolana, de 34 años, que despunta por un talento innato en el área de la belleza, principalmente en la extensión de pestañas.

Pese a comenzar hace tres años, hoy es Lash Trainer y CEO de Katiuska’s Lash, con capacitaciones en la Branko Babic PhiAcademy y Ser Holístico (Escuela Internacional de Terapeutas) y la Sociedad Argentina de Estética y Nutrición Integral (Saeni).

Barco ama la lectura y su libro de cabecera es El líder que no tenía cargo, de Robin Sharma. Por ello su historia de vida recoge una enorme fuerza de voluntad y amor por sus dos hijos.

En Barinas vendió tortas para graduarse como Contadora y por emigrar abandonó estudios de Derecho.

En 2017 viajó a Chile por tierra para traerse a sus hijos con comodidad, pero el bus en el que viajaba chocó contra un árbol y le cayeron encima los vidrios. Al llegar trabajó por 25 días, casa por casa, ofreciendo instalación de cámaras de seguridad, pero su jefe no apareció con su paga.

Consiguió empleo por siete meses en casa de una amiga. “Cuidaba a sus hijos, bañaba a sus perros”, recuerda. Volvió a la venta de tortas, pero prefirió formarse en las extensiones de pestañas.

Compró camilla, silla, productos y habilitó un espacio en su casa. Sus primeras promociones las publicó por Market Place y comenzó a tener una clientela aceptable.

Con la pandemia se mudó, compró un maletín y trabajó a domicilio. En noviembre sufrió depresión. Aumentó 12 kilos y un día dijo: ‘Basta’. Ayunó, hizo deportes y mejoró su dieta. Perdió 8 kilos en 15 días.

Decidió inscribirse en la Escuela Internacional de Terapeutas. Compró un mueble “pelado” y una funda, un estante y una lámpara. Optimizó un espacio en el hogar y los clientes y recomendaciones nunca faltaron.

Con el fin de la cuarentena arrendó en Merced 839, Local 113, Santiago Centro, donde prepara un novedoso curso profesional de extensión de pestañas para principiantes y se afianza como una de las mejores.

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