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"Jamás les darán asilo”: Venezolanos en EE. UU. desconfían de nuevas reglas migratorias

Raúl y Maren son dos venezolanos que llegaron a Estados Unidos. Afirman que experimentan una incertidumbre diaria debido a la espera de que su solicitud de asilo sea aprobada o rechazada

Estados Unidos implementará nuevas normas migratorias que reducirán el tiempo de evaluación de casos de asilo a 90 días. Sin embargo, algunos venezolanos no se fían de esta nueva medida y aseguran que abre una vía para deportar a quienes han llegado de forma irregular.

Según datos de Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Syracuse, actualmente hay 667.229 casos pendientes de asilo en las cortes de inmigración de Estados Unidos. Para el año fiscal 2022, la organización sin fines de lucro contabiliza 107.524 casos pendientes de venezolanos en las cortes de inmigración, que incluyen solicitudes de asilo. Según datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Estados Unidos se ha convertido en la principal opción de los solicitantes del mundo, reseñó El Pitazo.

La nacionalidad, incluidas las condiciones prevalecientes en diferentes países, han sido factores permanentes que influyen en si los jueces de inmigración otorgan asilo o no. Al tener en cuenta esto, los datos de TRAC determinaron que en el caso de Venezuela, el 49 % de las solicitudes del año fiscal 2021 tuvieron éxito.

Los registros de TRAC indican que desde el año fiscal 2001 hasta el año fiscal 2022, un total de 9.729 casos de asilo de venezolanos llegaron a un veredicto. De esa cifra, 4.714 asilos fueron concedidos, 4.843 fueron denegados y 172 obtuvieron otros alivios migratorios.

Raúl Maren, nombres cambiados por petición de las fuentes, son dos venezolanos que llegaron a Estados Unidos y residen en el país norteamericano. Afirman que experimentan una incertidumbre diaria debido a la espera de que su solicitud de asilo sea aprobada o rechazada. Ambos coinciden en señalar que esta nueva norma no les da tranquilidad y que no confían en que les ayude a conseguir la aprobación de su asilo.

El proceso de asilo puede tardar hasta cuatro años para obtener un veredicto final, teniendo en cuenta que cada caso es diferente y se evalúa de forma individual, según la historia y datos del inmigrante. En agosto de 2021 se propuso una norma que prevé resolver los casos de asilo en al menos 90 días, la cual entrará en vigencia 60 días después de ser publicada en el Registro Federal.

Miedo a perder su nueva vida

Raúl decidió pausar sus estudios en 2018 para viajar a Estados Unidos y trabajar por seis meses –periodo con el que podía permanecer gracias a su visa de turista– para reunir dinero y seguir sacando su carrera universitaria. Sin embargo, cuenta que su madre y hermana lo convencieron de no regresar.

"No abordé el avión de regreso. Me quedé aquí, en casa de mi hermana que ya tenía tres años en Orlando, y continué trabajando. Hice la solicitud de asilo cuando se acabaron mis seis meses y hasta hoy sigo esperando que mi caso sea evaluado", dijo a El Pitazo.

El venezolano recuerda con nostalgia su país y lamenta no haberse despedido de sus seres queridos, en especial de su padre, quien no cuenta ni siquiera con el pasaporte venezolano. "Yo ya me he hecho la idea de que no lo volveré a ver. El asilo no me permite regresar a Venezuela y mientras siga en evaluación no puedo si quiera salir de Estados Unidos; fue una decisión muy difícil".

El sentimiento de nostalgia no es el único que aborda a Raúl cuando al asilo se refiere; uno de sus más grandes miedos es que en algún momento pueda recibir la noticia de que su caso fue rechazado. "Tengo trabajo, estoy formando mi vida y tengo a gran parte de mi familia aquí. ¿Qué haré si rechazan mi caso y me deportan después de tres o cuatro años de vivir acá? Es una pregunta que siempre me hago y me da temor que se vuelva realidad".

Ahora o nunca

Maren llegó a Nueva York en agosto de 2021, tan solo dos meses antes de que se venciera su visa americana. "Tenía miedo de que los agentes de migración no me dejaran ingresar, pero era ahora o nunca. Mi esposo me estaba esperando en Nueva York para comenzar nuestra nueva vida lejos de la crisis", dijo.

La venezolana logró ingresar y tanto ella como su pareja solicitaron asilo y optaron al Estatus de Protección Temporal (TPS), por lo que poseen permisos de trabajo. Ambos aseguran que al momento de migrar estaban conscientes de que lo más probable es que jamás volverían a su país natal, pero no descartan la posibilidad en unos 10 o 20 años, si su estatus migratorio se los permite.

"Realmente tengo mucha fe en que nuestro proceso de asilo saldrá bien. Hasta ahora, todos nuestros planes han salido como queríamos y nos sentimos muy felices de que este país nos recibiera. De todos modos, tenemos ahorros si nuestro caso es rechazado y debamos elegir otro destino", contó.

Sin fiarse de las nuevas normas

Raúl y Maren coinciden en algo: no mantienen esperanzas en las nuevas normas migratorias. Ambos creen que es algo que afecta principalmente a las personas que recién están llegando al país norteamericano por vías irregulares; y más que beneficiarlos, les parece una vía para deportarlos.

"Creo que implementarán eso por la cantidad de gente que está ingresando por la frontera. Evaluarán sus casos y rechazarán sus solicitudes para poder sacarlos del país; más que una buena noticia, lo veo como una medida para controlar a la gente que llega", dijo Raúl.

"Jamás les van a dar un asilo. Ellos -las autoridades migratorias- quieren reducir todo el proceso. Actualmente, los que llegan deben esperar una gran cantidad de tiempo para ir a la corte y exponer el caso, pero estas normas no es para aprobarles el asilo, es para prohibirles la estadía", expresó Maren.

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