Cineasta Bong, de la lista negra de Seúl a Cannes
El director Bong Joon-Ho figuraba antaño como otros miles de artistas surcoreanos en la lista negra de su país. Este viernes presentará en Cannes una gran producción con un presupuesto millonario.
Bajo el mandato de la presidenta Park Geun-Hye, recientemente destituida, las autoridades habían puesto en su punto de mira a personalidades del mundo de la literatura, del cine, de la danza y del teatro con supuestas "ideas de izquierda", críticas con las autoridades.
"Esos años fueron una pesadilla, muchos artistas quedaron profundamente traumatizados", explica a la AFP Bong Joon-Ho, de 47 años. "Muchos de ellos todavía no se han recuperado".
Su última película Okja, que ha costado 50 millones de dólares, se estrenará este viernes en Cannes, en medio de una polémica por las protestas de las salas francesas que -debido a una legislación nacional- no podrán exhibir esta cinta al haber sido producida por el gigante del streaming Netflix.
"Es principalmente una historia de amor entre el hombre y la chica, pero también revela cómo nuestras vidas están inexorablemente marcadas por el capitalismo, ya seamos hombres o animales", añade Bong sobre la película, que compite por primera vez por la Palma de Oro.
También se siente satisfecho con la victoria en las elecciones presidenciales del exabogado de izquierda Moon Jae-In.
"Creo que el futuro será mejor con el regreso de la libertad de expresión", concluyó.
Bong, que estudió sociología en la prestigiosa universidad de Seúl, dio sus primeros pasos como director en 2000 con Perro ladrador, poco mordedor. Desde entonces se convirtió en uno de los favoritos de críticos y cinéfilos.
Bong ha recibido varios premios por sus películas, percibidas como sátiras sociales, como el thriller Crónica de un asesino, que describe la atmósfera represiva de los años 1980 bajo el mando del ejército.
