Editorial: La prensa valiente
Siempre está latente la amenaza si se hurga en las fibras que resienten al Gobierno. Ha costado el exilio a miles. Ha costado la prisión a otros.
La prensa en Venezuela es valiente. Siempre lo ha sido y tendrá que serlo.
Ese poder para la libertad, aunque continuamente atacado por el modelo de Miraflores, se mantiene firme.
Está conformado por hombres y mujeres.
Las máquinas y las tecnologías sólo ayudan a la difusión de las verdades que ellos sacan a la luz.
Los nervios del periodismo son netamente humanos.
Y como humanos, los periodistas en Venezuela, han tenido que gestionar no solo las complejidades de hacer de un periodismo responsable, combativo e incisivo, sino también que han tenido que luchar contra la amenaza de cárcel, contra el miedo de los juicios exprés, contra el atropello del Gobierno.
Es una vida llena de riesgos. Venezuela es claramente uno de los países donde el periodismo es una profesión de riesgo.
Siempre está latente la amenaza si se hurga en las fibras que resienten al Gobierno.
Ha costado el exilio a miles.
Ha costado la prisión a otros.
Han estado a punto de morir arrollados por tanquetas en manifestaciones.
Y otras tantas situaciones para quebrar su ánimo y su fe.
Siempre están en la diana y, sin embargo, siguen adelante. Tienen familias, y siguen adelante, les abren expedientes, y siguen adelante, les plantan amenazas directas, y siguen adelante. Los mencionan los altos jerarcas del Gobierno, y siguen adelante.
Eso solo puede representar dos cosas: la primera una valentía de acero, la segunda, el haber nacido y haberse formarse para defender la verdad y la justicia.
Hoy, desde Versión Final, queremos expresar a ellos y ellas nuestro mayor agradecimiento por ser pilares de la Venezuela que puja por las libertades.
Nos sentimos orgullosos de haber sido y continuar siendo la casa de muchos periodistas dentro y fuera de Venezuela.
A ustedes y por ustedes, en su día
Carlos Alaimo
Presidente-Editor
