Editorial: El Gran Reto de María Corina
Impregnarse de cultura y valores de la democracia.
El liderazgo de María Corina ha venido creciendo en el sentimiento nacional desde hace unos 20 años, cuando apareció en la palestra pública con la organización Súmate. Esta figura nacional, proveniente de una familia reconocida por su legado empresarial, abrazó la política como un acto de rebeldía contra el "status quo" instaurado por Hugo Chávez Frías.
Fue en enero de 2012, durante el mismo momento de la memoria y cuenta que Hugo Chávez exponía al país, que María Corina Machado hizo crecer su imagen de mujer recia y combativa. Se enfrentó al propio mandatario en el hemiciclo y le dijo:
“Tenemos ocho horas escuchando a usted describir un país muy distante del que estamos sintiendo todas las madres y mujeres venezolanas. Se ha dedicado a expropiar las propiedades de empresarios, comerciantes, pequeñas posadas a quienes ni siquiera se les ha resarcido su propiedad. ¿Cómo puede usted hablar de que respeta al sector privado en Venezuela cuando se ha dedicado a expropiar, que es robar? El tiempo se les acabó, es el momento de una nueva Venezuela, acepte el debate, presidente.”
Así le habló esta mujer, sin filtros ni tapujos. Elegantemente y con verbo firme, lo sacudió. Esas frases y la imagen de Machado desafiando al todopoderoso Chávez se han mantenido grabadas como una muestra de poder por la verdad en la memoria del venezolano.
Un efecto similar al que causó aquel “Por ahora” del fallecido presidente después de ser capturado tras su sangrienta intentona golpista de 1992, aunque esta, claro está, nacía desde la venganza, la revancha y la destrucción. Lo que terminó ocurriendo a su llegada a Miraflores.
En Versión Final apostamos por una salida democrática en Venezuela. Hemos atacado desde nuestra línea editorial la mediocridad y la corrupción política, pero también enfrentamos los modelos mediáticos y el caudillismo del G4, así como el gobierno interino de Guaidó, al que denunciamos con responsabilidad en su momento. A pesar de que fuimos cuestionados, el tiempo nos dio la razón.
La historia debe conocerse para no repetir sus errores. Hasta hoy, en ningún escenario se percibe una victoria de Maduro. El país está hablando, y un cambio en la figura de Edmundo González Urrutia parece estar escrito. Allí estará María Corina Machado, a quien le tocará administrar con audacia esa oportunidad única de victoria, que deberá enmarcarse dentro de los valores y la cultura democrática, antagónica al populismo, caudillismo y mesianismo.
Ella está conduciendo esa fuerza para el cambio que se demanda como urgente y necesario para el país. Tiene un gran reto, eso sí: actuar siempre y sin vacilaciones como una auténtica demócrata. Esto no significa dar espacio a quienes pretenden aprovecharse de su esfuerzo y trabajo. Durante casi dos décadas se ha abierto camino, incluso entre dirigentes que hoy la acompañan, pero que antes le bloquearon el paso, los mismos que saben que no tienen otra salida. El pueblo la ha elegido para ser ella el timón.
Sin embargo, debe enfocarse en construir una gran unidad nacional con los ciudadanos honestos y talentosos en todos los aspectos de la vida nacional. Esa es la nueva política, y como demócrata, ella debe estar a la vanguardia de esta búsqueda. Así como se convirtió en el portaaviones de Edmundo González Urrutia para la Presidencia de la República y de las políticas de la transición y el cambio, debe seleccionar nuevos liderazgos regionales y nacionales para ocupar responsabilidades en posiciones de Estado.
Carlos Alaimo
Presidente-editor
