El diario plural del Zulia

Selene Estrach, una mujer idealista y testaruda que sigue creyendo en la humanidad [+Fotos]

Nació en Argentina, pero se considera “110 por ciento venezolana”. Aboga por la igualdad entre hombres y mujeres. Cree en una sociedad con igualdad y equidad. Jamás pensó llegar a ser primera dama en una ciudad

Comodoro Rivadavia es una ciudad ubicada a 21 horas de Buenos Aires, al sur de Argentina. Es abrazada por la brisa que corre desde el golfo San Jorge, en el sur del océano Atlántico. Una niña de tez blanca, sonriente, corre por el solar. Solo quería jugar. Jamás sospechó, a sus seis años, que junto a su familia migraría a Venezuela. Ni mucho menos que sería primera dama de un municipio en este país del norte de América del Sur.

- Definitivamente eso no estaba entre mis planes en ningún momento, yo siempre he sido partidaria de la construcción social, nunca me había visualizado desde la institucionalidad, yo siempre he creído en la organización popular.

Selene Estrach es esa niña que jugaba con la brisa en su natal Comodoro Rivadavia, que vino a Venezuela con la familia cuando apenas tenía seis años. La misma que afirma, ya de adulta, creer en la organización popular, más que en lo institucional, que no tenía en su mente ser una “primera combatiente”.

Su padre es ingeniero mecánico. Ejerció en Comodoro, ciudad petrolera de Argentina. Le salió una oportunidad para trabajar en Venezuela, en Pdvsa. Se fue con la familia, y de esta manera Selene pisó suelo venezolano siendo aún niña.

Pareja del alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, madre de una niña que ronda los dos años, Estrach, directora general de Desarrollo Social, se siente tan venezolana como una arepa.

- Me siento súper venezolana, 110 por ciento venezolana.

Se define como una persona “un poco testaruda, empeñada en las cosas que hago, creo mucho en la gente y trabajo por eso siempre, a veces uno se lleva golpes con eso”.

Nació un 3 de octubre de 1995 bajo el signo de libra. A los 14 años comenzó a caminar de la mano de la política.

- ¿Sus padres fueron políticos?

- Para nada. Ninguno. En mi casa jamás se habló de política.

Creció en el sur del estado Monagas, en Temblador.

Aunque dicen que no es tan conocida, es una ciudad que tiene una ubicación estratégica, cerca de la Faja Petrolífera del Orinoco”, defendió Estrach.

Pero vivió también en Puerto La Cruz y El Tigre, en Anzoátegui, además, en Caracas, cuando formaba parte del Movimiento Ecologista Venezolano (Meven) y estudió Ciencias Políticas y de Gobierno de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) hasta el tercer semestre.

Actualmente estudia Artes Plásticas en la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica), pues asegura que le gusta pintar, dibujar y hacer murales. Lleva dos años y medio cursando clases.

Y nació el amor

La primera dama del municipio Maracaibo abrió al diario Versión Final las puertas de su despacho, la Dirección General de Desarrollo Social, en la recién renovada quinta Villa Carmen, en Bella Vista, para dar a conocer su lado humano.

Willy y yo nos conocimos en Maracaibo porque en ese momento él vivía aquí, era el jefe del Frente Francisco de Miranda en el Zulia. El Meven sale de este frente. A mí me tocaba acompañar algunos estados, Zulia, Lara y Falcón. Vine a hacer una visita para acompañar los procesos de Meven en el estado, y él me recibió, me ayudó, me acompañó, logísticamente estaba encargado de atender que yo pudiera cumplir mis funciones aquí”, comenzó Estrach.

Así fue como se conocieron Casanova y aquella idealista integrante del movimiento ecológico.

Empezamos a ser amigos y cuando él se mudó a Caracas comenzamos a tener una relación”, narró delante de un cuadro que en su cumpleaños 25 le regaló el burgomaestre, con figuras desde Hugo Chávez, Fidel Castro, Mercedes Sosa, Ernesto “El Che” Guevara, Pepe Mujica, Frida Kahlo, Vladimir Putin y otros personajes, a la derecha la Reina de Inglaterra Isabel II y a la izquierda la cantante española Rosalía.

- ¿Cuánto tiempo tiene usted casada con el Alcalde?

- Nosotros no nos hemos casado, estamos comprometidos (mostró el anillo). Pero tenemos seis años de relación, viviendo juntos, dijo.

"No somos buenos ni malos"

La directora general de Desarrollo social asegura que la gente no debería ser encasillada como “buena” o “mala”.

Sigo creyendo en la gente a pesar de todo, porque nosotros no somos buenos ni malos, siempre nos tratan de separar como que hay gente mala y hay gente buena, y el ser humano en sí tiene todas esas características y según las condiciones que tiene de vida, aprende o puede desarrollar más algunas cosas que otras”, apuntó.

Como cree demasiado en la humanidad, considera que se puede transformar lo que son los ciudadanos y lo que se ha construido como ciudad, como sociedad.

Se debe desechar la desigualdad, las cosas feas que hacemos, la guerra, las cosas irracionales y como tratamos nuestra casa común, y bueno empeñada en eso yo creo que soy un poco soñadora a veces, como me dice Willy”, manifiesta, enfundada en su chaqueta de color rojo.

- ¿Le gusta Maracaibo?

- Al principio era algo complicado, para todos los que somos de afuera, encontrarnos con Maracaibo con su calor particular, la gente de Maracaibo que es muy particular también, no fue algo sencillo, pero además yo he tenido la oportunidad, que tal vez no han tenido otros, de conocer a Maracaibo desde una perspectiva muy distinta.

Comencé a conocer la ciudad y así empecé a construirla, escuchar a sus ciudadanos, lo que quieren, lo que sienten, lo que piensan, y eso nos permite tener totalmente otra visión de la ciudad y aprender a amarla en su particularidad”, agrega.

Afirma que nunca ha sido regionalista, porque vivió en muchos espacios y se siente que es de todos los lugares.

Yo creo que no somos de un país o de un lugar sino que somos una humanidad completa, y específicamente en Latinoamérica, creo mucho en lo que somos como continente”, asevera.

Para Estrach, la gente en Maracaibo puede llegar a ser un poco tosca, sin embargo, cuando alguien de afuera llega es demasiado amorosa con esa persona.

Siempre decimos que cuando llegas a una comunidad te dan hasta con el tobo, pero también son muy amorosos, te abren las puertas, te dicen que eres de aquí, porque ya estás aquí, y eso es algo muy particular e interesante que tiene Maracaibo”, señala.

Política a temprana edad

La primera dama maracaibera dio sus primeros pasos en la política siendo adolescente, cuando veía clases en el liceo.

Comencé a ver que algo estaba mal. Al empezar a estudiar en el Bachillerato otros temas de interés contrarios a lo que impone la sociedad, despertó en mí el interés de querer ayudar y buscar construir otras cosas”.

En el oriente del país, donde habitó por mucho tiempo, vio varias veces una escena que la llegó a conmover. Presenció niños pidiendo en la calle, para comer.

Y eso prácticamente le despertó las ganas de cambiar las cosas en el país y fue en el liceo y en su entorno que comenzó a conocer personas con otras visiones.

Me encontré con otras personas en la vida que estaban más metidos en la política, siempre viéndolos desde lejos… Y me empezó a interesar a mí, en estudiar, profundizar cosas, y cuando conseguí el Movimiento Ecologista Venezolano (Meven) sentí que era el espacio donde sentía que la política tenía sentido desde la visión que creí en ese entonces (y aún sigo creyendo) que se tiene que practicar”, comentó.

- ¿Qué opina sobre el feminismo?

- Creo que es una lucha extremadamente necesaria, creo que el machismo, por años, ha creado una brecha de desigualdad demasiado grande entre hombres y mujeres, creo que todos somos seres humanos y deberíamos tener las mismas posibilidades de desarrollar plenamente nuestra personalidad, nuestros derechos y de vivir, y evitar cosas como la mala distribución de las tareas, de cuidado, de trabajo.

 

Yo quiero que las niñas, que mi hija, que todas las mujeres del mundo puedan vivir tranquilamente sin miedo a que puedan abusar de su cuerpo, que puedan ser violentadas solamente por el hecho de ser mujer y porque se crea en este planeta que somos menos y que los hombres tienen derecho sobre el cuerpo de las mujeres y creo que eso hay que transformarlo para que todos los seres humanos podamos vivir en paz, en igualdad y tranquilidad”, expresó Estrach.

- ¿Qué la motivó a incentivar la creación de la línea 0800-VIOLETA?

- Cada ciudad tiene su complejidad. Maracaibo tiene sus propias complejidades. Es una ciudad de frontera, una ciudad muy grande, con una alta población indígena, últimamente afectada de manera grave por la situación económica, por la pandemia… Todo eso hace que se generen condiciones para que la violencia basada en género se pueda seguir multiplicando.

Creemos que la prevención es una clave fundamental, el 0800 no es solamente para que una mujer llame cuando ya está siendo golpeada, maltratada o ya está al borde de la muerte, sino que pueda llamar para pedir información, para asesorarse y poder prevenir que nuestras mujeres sean violentadas, asesinadas y poder hacer una cosa mucho más cercana, que a pesar de que la mujer no puede trasladarse hasta el espacio nosotros podamos atenderla de igual forma”, añadió.

- ¿Considera, a propósito de la puesta en funcionamiento, de la línea 0800-VIOLETA, que lloverán denuncias sobre abusos sexuales contra mujeres o niñas y sobre violencia basada en género?

- Por supuesto que sí. Cada vez que las multipliquemos más van a ser los casos. Eso está entre la cantidad de casos que están en silencio, que no tienen a dónde acudir, que no saben qué hacer porque hay desinformación, porque no se habla lo suficiente sobre eso.

- ¿Cuáles cree que son los retos de las mujeres en estos momentos?

- Uno de los mayores retos es desmitificar la femineidad, lo que somos, para lo que nacimos, las debilidades que nos dijeron que teníamos y nosotras lo creímos, que somos menos fuertes, que somos demasiado sensibles...

El rol que nos pusieron, nacimos para ser madres, cuando no toda mujer necesariamente tiene que ser madre si no lo quiere, si no lo desea, tenemos que ser delicadas, hacer las tareas del hogar porque nosotras nacimos con eso genéticamente, y eso no es genético, es una imposición sociocultural y por ende que el rol de la crianza es solo nuestro o el de la salud reproductiva o el de la anticoncepción y eso no es cierto, debe ser compartido por hombres y mujeres”, puntualizó la primera dama de Maracaibo.

- ¿Por qué decidió quedarse en Venezuela?

- Mi familia tenía planteado que me fuera a estudiar a Argentina cuando terminara el Bachillerato, pero decidí quedarme, porque lo que sucedía en Venezuela y lo que yo estaba decidida a construir no lo iba a hacer en ningún otro sitio de este planeta, reveló.

“Yo creo mucho en Venezuela, en su potencial, en lo que ha hecho, en lo que ha significado en la historia para el mundo y en lo que vamos a hacer, y me siento orgullosamente venezolana”, resaltó Estrach de manera categórica.

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