El diario plural del Zulia

Por obras sin culminar transitan habitantes de la Curva de Molina en plena cuarentena

Tras tres meses de trabajos se esperaba que esta semana, luego de posponer más de dos veces el día de entrega, fuera inaugurada la primera parte de los trabajos realizados en el oeste de la ciudad

Colorida, dispersa y transitada. Son algunas de las características que describen hoy a la Curva de Molina. El sector que tomó la Alcaldía de Maracaibo a principio de año y que por decreto de cuarentena, ante la programación del coronavirus, no dispone de obras culminadas.

Tras tres meses de trabajos se esperaba que esta semana, luego de posponer más de dos veces el día de entrega, fuera revelada la primera parte de los trabajos realizados en el oeste de la ciudad.

Una plaza con el nombre de la capital zuliana, la fachada de una gaceta policial, un parque infantil, calles asfaltadas, aceras e iluminación, todas con detalles de culminación, son algunos de las estructuras que se aprecian entre los renovados y pintorescos locales que han dado color al lugar.

Víctor Duran, residente de la zona, aseguró que los planes que realizan en el sector son de "gran importancia" pero considera que no perduren.

"Todo se ve bonito. Pero no creo dure. Acá nadie cuida nada. Ya cuando termine la cuarentena de seguro no habrá ni maticas. Así son los 'curveros'", sentenció el joven quien a diario pasa por el lugar y ha visto su evolución.

Duran pone como ejemplo los árboles y grama puesta en las jardineras que ya, en su mayoría, se ven "tristes y secos".

Cuarentena, una acción incumplida

Pese a la medida de cuarentena nacional dictada por orden presidencial. Así como el cierre temporal del terminal y otras instituciones anunciado por Willy Casanova, alcalde de Maracaibo, los habitantes del sector transitan con normalidad como en un día cualquiera.

Situación que contradice lo expuesto por Casanova, quien luego de realizar un recorrido por la ciudad afirmó que los marabinos tomaron con "disciplina y de forma voluntaria" las directrices impuestas por el gobierno.

"Es imposible no salir. Debemos trabajar o ir a comprar comida", afirma Susana Sulbaran.

La mujer desde el lunes sale a La Curva para trabajar en una mesa de golosinas como lo ha hecho por más de 15 años. Afirma que las ventas bajaron pero que la gente y el transporte sigue igual.

Ante las obras manifiesta que tomaron rapidez a principio de marzo y que no fueron terminadas por el "retrasado trabajo de la alcaldía".

"No es cuestión de la cuarentena esto lo debieron terminar hace rato. Ahora trabajamos en peores condiciones. Sin un espacio fijo y aglomerados" agregó Sulbaran.

Víctor y Susana esperan que el coronavirus pase rápido para que todo vuelva a su estado normal y por tanto terminen la obra gran envergadura que desarrollan en el oeste de la ciudad.

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