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Maracaibo: Buhoneros y vecinos anarquizan la calle 79-B de Raúl Leoni

Esta es la tercera vez que Versión Final recibe la denuncia de la comunidad. Hasta la fecha las autoridades regionales no han hecho nada al respecto pese a tener alcabalas a pocas casas de la zona. La contaminación y delincuencia son los nuevos incidentes

Desde mediados de junio, luego de ser desalojados de la Curva de Molina, los comerciantes informales y residentes anarquizan una calle interna de la tercera etapa del barrio Raúl Leoni, lo que genera malestar entre la comunidad.

Lo que era un sector silencioso del Oeste de Maracaibo se ha convertido en un espacio de ruido donde el comercio informal ya empieza a dejar sus perjuicios, entre ellos la delincuencia y la basura. Además, desde hace más de un mes, la calle 79-B del barrio zuliano apunta a convertirse en otro brote de coronavirus de Maracaibo.

Yoandris Bello, habitante del lugar, aseguró a Versión Final que al sitio también migraron buhoneros del mercado Las Pulgas, principal foco de contagio de Covid-19 de la región zuliana.

Los comerciantes han tomado por completo más de tres cuadras, convirtiendo la calle en un espacio de anarquía. Trabajan sin ningún tipo de medidas de higiene ni medidas preventivas para evitar la propagación del virus", afirmó Bello.

El hombre aseveró que los vendedores ponen "en riesgo a las familias que allí viven".

Bello enfatizó que los buhoneros han traído otros problemas a la comunidad zuliana. El miedo de ser robados y más contaminación a la zona.

Un terreno baldío lo convirtieron en un basurero que ya está afectando a los habitantes más cercanos, por los malos olores, los indigentes y animales rastreros que proliferan rápidamente", detalló.

Algunos vecinos, además de prestar sus casas para la venta, echan los desechos en ese terreno que queda al lado de una residencia. Los inquilinos aseguraron ser los más afectados.

Esta es la tercera vez que Versión Final recibe la denuncia de la comunidad. Hasta la fecha las autoridades regionales no han hecho nada al respecto pese a tener alcabalas a pocas casas de la zona.

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También se conoció que algunos de los habitantes aprovechan para hacer de su hogar un negocio. Los vecinos cobran a los vendedores entre uno a dos dólares diarios y en el caso de guardar la mercancía en su residencia pueden pedirles hasta $ 10 semanales.

Además, aseguraron que los comerciantes informales también pagan “la rifa” a los policías o guardias para que los dejen estar en el sitio.

El 3 de junio, Omar Prieto, gobernador del Zulia, aseguró que los mercados itinerantes que se instalaran en las adyacencias de los lugares clausurados serían desalojados y que se descamisaría la mercancía. Advirtió que los vendedores serían detenidos y puestos a la orden del Ministerio Público, sin embargo, en el sitio no ha ocurrido lo planteado por el Gobierno regional.

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