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Lamentan despedir el 2021 sin la reactivación comercial de la frontera

Para la Asociación de Agentes Aduanales del Táchira (Asoata), si se emplean bien los mecanismos para una posible reactivación, en menos de un año, se estarían generando alrededor de 20 mil puestos de trabajo en la frontera; pero “el problema es que se ha avanzado solamente en lo concerniente al paso peatonal”

La economía formal de frontera sigue paralizada, pese a que el pasado 3 de septiembre, en la reunión que sostuvieron autoridades de ambas naciones, Colombia y Venezuela, apuntaba a que el paso de las primeras gandolas de carga pesada se daría antes del restablecimiento del tránsito peatonal por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.

Eso no pasó. Los contenedores, que representaban un obstáculo para el paso de vehículos por el tramo binacional, fueron retirados el 4 de octubre por San Antonio y 4 días después por el puente de Ureña. La intención, de acuerdo con lo anunciado por parte de Venezuela, era que la circulación de gandolas de carga pesada empezara por Pedro María Ureña, recordó La Nación.

Del lado venezolano, se dijo que todo estaba listo para arrancar con el transporte. Sin embargo, la esperada reunión entre el Seniat y la Dian no se ha dado en la zona, y estaría provocando la dilación en el inicio del paso del transporte. En Colombia, trascendió, no se ha dado el visto bueno.

Frente a este escenario, se adelantó la reactivación del paso peatonal, un punto que no estaba de primero en la agenda que tenían las autoridades competentes en Venezuela, pero que le ha devuelto cierto dinamismo a los tramos internacionales, con la circulación de ciudadanos que arriban a la frontera para ir a Colombia y regresar, en horas de la tarde o noche, a sus ciudades de origen.

Recientemente, el comité de trabajadores del sector aduanero, tanto de San Antonio del Táchira como de Ureña, manifestó su inconformidad por el retraso que se ha registrado en el puente para el paso de las gandolas, razón por la que instaron a las autoridades colombianas a desarrollar las reuniones que aún quedan pendientes, para que “nos reactivemos”.

La idea de que haya una pronta respuesta por parte de los que mantienen el paso solo para los peatones, también es respaldada por los integrantes del sector productivo de frontera, lado venezolano, quienes no han perdido la fe y creen en la recuperación de espacios que permitan trabajar de la mano con las autoridades locales, regionales y nacionales.

Aduaneros, comerciantes, miembros del transporte y de todos los que están involucrados en este nicho laboral, subrayaron la necesidad de volver al terreno laboral con miles de empleos que se generarían y beneficiarían a una buena porción de la población que hace vida en frontera, reseñó La Nación.

En torno a la pandemia, dejaron claro que, desde varios meses a atrás, se hallan preparados para aplicar las medidas de bioseguridad que hagan falta para evitar contagios relacionados con la Covid-19.

“Otro diciembre pasando necesidades”

El presidente de la Asociación de Agentes Aduanales del Táchira (Asoata), Nelson Urueña, señaló que uno de los elementos que más está afectando es “realmente la parte política”, pues cree que no se están girando las mejores instrucciones desde Caracas y Bogotá, razón por la cual siempre “hemos criticado, desde la zona de frontera”, que formulen leyes y acuerdos sin consultar a los que están “metidos en el asunto”.

“Hace falta mayor sensibilidad de parte de los dos gobiernos”, prosiguió Urueña, mientras recalcaba la preocupación que los invade por no tener aún la fecha para la puesta en marcha de una economía que se ha visto afectada por el cierre de los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.

En este sentido, recalcó los momentos difíciles que siguen atravesando los miembros de la aduana, al no contar con las mínimas garantías para poder ejercer sus roles en una jurisdicción donde continúan bajando los índices poblacionales, y que se acentúan con la migración de “nuestros jóvenes”, citó La Nación.

Para el representante de Asoata, si se emplean bien los mecanismos para una posible reactivación, en menos de un año, se estarían generando alrededor de 20 mil puestos de trabajo en la frontera; pero “el problema es que se ha avanzado solamente en lo concerniente al paso peatonal”.

La reactivación del paso para peatones, el pasado 25 de octubre, ha generado una zafra que es aprovechada por la economía informal, por la familia que sacó una venta de desayunos a las afueras de sus casas y, además, cuida carros en las calles con tarifas menores a las de los estacionamientos legalmente constituidos.

“Esto no es un secreto, pero los auxiliares aduaneros, que tenemos una economía formal, seguimos paralizados, sin hacer nada”, expresó Urueña, al tiempo que lamentó que la necesidad siga arropando al gremio, sobretodo en un mes donde los gastos suelen elevarse. “No ternemos trabajo”, enfatizó.

Como regalo de Navidad, por lo menos, dijo, se debería formalizar la reactivación comercial, para que, en enero del 2022, los clientes estén claros del escenario. “No estamos convirtiendo en un gran ancianato, pues la gente joven, preparada, sigue abandonando al país en busca de mejores horizontes”.

“Estamos entrando en el desconcierto”

Pese a que los representantes de los diversos sectores productivos de ambas naciones, no pierden las esperanzas de una pronta reactivación del comercio formal, el desconcierto y la preocupación están empezando a navegar por sus mentes, resaló Víctor Méndez, representante del sector transporte de carga pesada en la ciudad de Cúcuta, Colombia.

“De lado y lado, los gremios estamos preparados para el restablecimiento de las relaciones comerciales”, indicó Méndez, mientras subrayaba que las reuniones entre los sectores productivos no han cesado y, en la actualidad, esperan, muy respetuosamente, que se cumplan los pasos de las autoridades colombianas, para que se dé esa apertura, informó La Nación.

Sin embargo, ve con preocupación el hecho de que se acerque el fin de año y aún no exista una respuesta concisa por parte de las autoridades, lo que aviva la incertidumbre y desazón entre los empresarios. “Ya se dio la activación peatonal, y falta la comercial, para cerrar bien”, acotó.

Méndez no entiende por qué Paraguachón y La Guajira están trabajando con total normalidad, con un crecimiento en el dinamismo de las exportaciones e importaciones, mientras que en “las fronteras por el Táchira” sigue suspendido el transporte y cualquier otro servicio relacionado con el sector.

“La semana entrante vamos a seguir con la campaña por las redes sociales con las etiquetas #NoMásTrochas #PasoDeCargaYa”, remarcó el empresario en entrevista concedida para el diario La Nación. “Seguimos preparándonos para que el comercio sea seguro y que nunca más se vuelva el cierre de frontera.

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