El diario plural del Zulia

La determinación como clave del éxito

Con el compromiso de auto-superarse, pese a cualquier obstáculo, el emprendedor podrá alcanzar las metas trazadas en su vida

Todos los seres humanos, en algún momento de sus vidas, se proponen metas que cumplir a corto o a largo plazo. Algunas son alcanzadas, otras se quedan a mitad de camino y otras tantas solo terminan siendo aspiraciones sin concretarse. La diferencia entre estas tres etapas está en el esfuerzo y la determinación que cada uno asuma frente a sus propios retos.

Muchas personas consideran que la clave del éxito está en la determinación, factor clave para resistir las pruebas que se presenten y que el fracaso no sea un causante para abandonar las metas emprendidas. Sin embargo, aunque el fracaso arroja una connotación negativa y es totalmente opuesto al logro, muchas veces es necesario estar dispuestos a aceptar que el fracaso puede representar “una piedra en el zapato” durante el camino. Simplemente, se debe volver a comenzar de nuevo pero, esta vez, con la lección aprendida.

Según el psicólogo Jesús Rojas, la principal virtud de los emprendedores es la determinación, es decir, la fortaleza que cada individuo  tenga para alcanzar su meta.

“Para llegar al éxito suelen ser necesarias una serie de actitudes, como la disciplina, la perseverancia y creer en sí mismo, pero entre ellas destaca la determinación porque es el motor que impulsa al emprendedor a auto-superarse y buscar caminos que otros abandonan”, explica el experto.

No es necesario tomar como ejemplos a personalidades reconocidas como Stephen Hawking o Marie Curie; el primero desarrolló la teoría del Big-Bang y la segunda fue una mujer pionera en el ámbito científico, o bien Steve Job, creador de la Apple. Dentro del círculo social de cada persona hay un emprendedor que, con su determinación, logrará sus metas.

Pequeño prospecto soñador

Una persona es determinada desde el momento que toma una decisión propia e irrevocable, aunque su entorno no esté de acuerdo y no confíe en que consiga lo que anhela. Tal es el caso del joven deportista Marcos Pirela. Con 22 años aspira ser un gran basquetbolista pero su poca altura para practicar esta disciplina significa un contratiempo para lograr su meta, ser jugador profesional en ligas mayores.

Para Marcos eso solo representa una “pequeña traba”. Actualmente practica el deporte que le apasiona en una liga de baloncesto cerca del sector donde vive y juega en campeonatos contra equipos como los del INCES y Los Robles, donde ha obtenido el triunfo en varias ocasiones.

“Solo mido 1.60. Todos me dicen que con esta altura no podré ser firmado por ligas más importantes de básquet y que sólo me quedaré compitiendo en estos torneos que solo terminan siendo un hobby. Muchos jugadores se burlan de mí porque para jugar este deporte medir menos de 1.80 es imposible pero yo no lo veo así”, comenta el atleta.

El esfuerzo que se realiza para evitar el fracaso aumenta la perseverancia de las personas. Este joven soñador se propuso alcanzar el sueño que desde pequeño tiene y no abandonarlo simplemente porque el camino se torna complicado.

“Seguiré esforzándome a pesar de que no crean en mí. Estoy convencido de que con mi ganas de ser alguien reconocido en los deportes, un cazatalentos podrá ver todo el potencial que tengo y entenderá que la altura, aunque sí ayuda mucho, no es un factor primordial para un jugador de baloncesto”.

Imperio de dulces a escondidas

La determinación implica también tener un pensamiento positivo enfocado a soluciones. Si las personas se concentran solo en los obstáculos, no lograrán ver todo el abanico de opciones para lograr sus metas, dice el psicólogo.

Esta premisa fue adoptada por Sandra Blanco, una repostera de 38 años que ha logrado crear su “imperio” de tortas y dulces con muchos años de esfuerzo y dedicación.

Desde muy joven dejó ver su talento en el arte de la repostería. Viendo revistas, tutoriales en Internet u observando a otras personas, Sandra aprendió a preparar y decorar desde galletas hasta tortas de tres pisos para fiestas.

“Mi madre nunca estuvo de acuerdo y decía que no servía para hacer esto. Siendo hija única no quería ser una decepción para ella pero mis ganas de tener mi propia pastelería eran más grandes. Amo lo que hago y ahora sé que no lo dejaré por nadie”, cuenta.

Para aliviar la rabia de su progenitora, la preparadora de recetas culinarias dulceras vio como opción seguir con su pasión a escondidas cuando apenas tenía 22 años. Al mismo tiempo estudiaba Relaciones Industriales para complacer a su madre y llevar la fiesta en paz. Desde la clandestinidad, luchaba por lo que quería, por aquello que se había trazado como meta.

“Al graduarme le dejé el ‘cuero de chivo’, como ella le decía, y le dije que ahora iría por mi sueño. Desde entonces he forjado mi imperio repostero. Con determinación, pasión y perseverancia logré mi objetivo a largo plazo. Hice mi mayor esfuerzo para conseguirlo y aquí estoy”, dice Sandra con una sonrisa radiante en su rostro.

Personas extraordinarias

Así como Marcos y Sandra existen tantas personas que se proponen metas sabiendo que serán un gran reto por cumplir. Están tan decididas sobre lo que realmente quieren para sus vidas que concentran sus acciones y energía para lograr su fin.

Grandes atletas con incapacidades motoras o falta de un miembro, excelentes profesiones y aprendices con discapacidad visual u auditiva, además de jóvenes emprendedores con condiciones especiales, son seres humanos extraordinarios capaces de demostrar que asumir retos y cumplirlos no es algo complicado si se tiene la confianza en sí mismo, la paciencia y la determinación para alcanzarlos.

En ocasiones, la determinación no es una virtud innata del individuo. Esta puede fomentarse desde muy temprana edad y desarrollar el sentido de comprometerse con lo que se quiere lograr. Para ello es necesario entender que cuando alguien desea alcanzar su sueño, debe dejar de vivir otras cosas que no aportan nada a la meta final y centrarse en lo que realmente quiere.

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