Genuino agradecimiento: Luciana Chávez entrega insumos a pacientes y médicos del Hospital Universitario

Luciana Chávez regresó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Maracaibo este sábado 24 de febrero. A diferencia del 1 de enero, día de su accidente en la C-1 junto a su hermano, Luis Chávez y cuñada, Adriana Mendoza, la marabina entró de pie y gozando de buena salud.

Su visita tuvo un propósito de ayuda social: entregó pañales, soluciones, inyectadoras e insumos a los pacientes que están internados en la unidad, todo esto con el propósito de agradecer por los 28 días de cuidados que ella tuvo en el centro de salud.

“Mi hija empezó a trabajar en dar de lo que recibimos en la UCI”, expresó su padre, Luis Erick Chávez, lleno de orgullo.

“Luci”, como es llamada por sus allegados, recorrió los pasillos que se convirtieron en su hogar durante todo el mes de enero, cuando atravesó un coma y diversos episodios complejos de salud a raíz del trágico accidente automovilístico. Hoy, 29 días después de dejar atrás la camilla de hospital, decidió saludar expresar su cariño hacia el personal médico y pacientes que la recibieron.

“Infinitamente agradecida por la oportunidad de seguir acá en este mundo pero debe ser con un propósito de vida (…)  no tengo palabras para agradecer a todos los que nos apoyaron, familiares, amigos, conocidos y hasta quienes no nos conocían también ayudaron, Dios y la virgen les bendiga y multiplique tanto apoyo para nosotros”, expresó Luciana a Versión Final.

Fue el 29 de enero de este año cuando la segunda hija de la familia Chávez regresó a su hogar en el sector Nueva Vía de Maracaibo, acompañada por Luis, quien fue dado de alta a mediados del mismo mes con una cirugía de tobillo, sus padres y el más pequeño de la casa: Luis Eduardo, su hermano menor de nueve años.

La joven describe su tiempo en recuperación como “días llenos de sufrimiento, dolor, angustia, para aquellos que estuvieron presentes desde el día uno”, momentos en los que no paraba de exclamar "Dios mío, Señor, sálvame", y ahora, completamente recuperada, asegura que “Él escucho mi súplica y me salvó”.

“La verdad esto ha sido un proceso muy duro tanto para nosotros, como para nuestra familia, un desierto antes de la Cuaresma y prácticamente volvimos a la vida en ella”, afirmó.

Luciana, quien arraigada a su fe en Dios pudo salir delante de la mano de su familia y amigos de la Iglesia San Alfonso, extendió una oración a su Creador pidiendo poder ayudar a más personas, no solo en el Hospital Universitario, sino en toda la ciudad.

“Ahora reafirmamos nuestra respuesta, aquí estamos Señor, estamos dispuestos a seguir ayudando y motivando a los que puedan y se quieran unir para ayudar a quien más lo necesita, danos tu dirección y bendición, hacia dónde y a quiénes Señor, no solo en agradecimiento sino también en recuerdo de nuestra querida Adriana, quienes la conocían sabían de su bondad, y su disposición siempre a  ayudar. Gracias Infinitas y sigamos construyendo caminos de esperanza y solidaridad”, agregó.