Entre carencias y necesidades, el IEE “Doña Menca de Leoni” cumple 35 años [+Fotos]

El Instituto de Educación Especial “Doña Menca de Leoni”, un centro educativo encargado de la atención de niños con necesidades especiales, celebra esta semana su 35° aniversario con peticiones de más atención gubernamental en cuanto a infraestructura y dotación de insumos para cubrir el programa de alimentación escolar.

La escuela nacional, ubicada en el sector Panamericano de Maracaibo, específicamente en la Av 87 #74-69, fue fundada el 31 de marzo de 1987 por la profesora Alice Ramos bajo el nombre de Instituto de Educación Especial “Zulia”.

Anteriormente, funcionaba en San Jacinto, pero al darse cuenta la directiva de la gran cantidad de pequeños con condiciones especiales que residían en la zona Oeste de la capital zuliana, y que no tenían la posibilidad de recibir educación acorde a sus necesidades, se iniciaron las gestiones para mover su sede al lugar donde hoy está.

Así lo recordó Ysabel Ojeda, profesora y subdirectora del plantel que atiende con mucho amor y dedicación a pequeños con síndrome de Down, trastorno del espectro autista, discapacidad cognitiva y motora, en primero, segundo y tercer grado de educación básica.

Actualmente, dijo, tienen una matrícula de 63 niños que reciben enseñanzas de independencia personal y social, realizan proyectos de aprendizaje y actividades deportivas y culturales, en turnos diurno, de 7:30 a. m. a 12:30 m, y vespertino, de 1:00 a 5:00 p. m.

Único centro público del Oeste de Maracaibo

Ojeda, una de los nueve docentes (seis regulares y tres auxiliares) que prestan sus servicios en la institución, se mostró feliz de conmemorar esta semana el aniversario del centro, pero aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a las autoridades a voltear su mirada hacia “Doña Menca de Leoni”, el único centro público de esta zona del Oeste de Maracaibo que ofrece educación a niños excepcionales.

En conversación con Versión Final, la profesional resaltó que la residencia donde funciona la escuela no es propia. Aunque todo el trabajo es hecho por autogestión, el Ministerio de Educación se encarga de pagar el alquiler del espacio que, a simple vista, se aprecia deteriorado.

Entre las necesidades que les urgen está la pintura para reacondicionar la infraestructura, el mejoramiento de la vía de acceso y el rayado de la calle, alumbrado en la zona externa, dotación de sillas plásticas y cortinas para las ventanas, y vigilancia policial.

Asimismo, los docentes solicitan a las autoridades locales una cava para refrigerar los alimentos, utensilios de cocina como platos, tazas y cucharas, además de material didáctico y equipos deportivos para la recreación de los chicos.

La subdirectora de la institución educativa especializada también mencionó que, pese a que por la zona reciben agua potable por aducción, dentro de la escuela no llega “por un problema de tubería”.

“No tenemos los recursos para surtir de agua nuestra institución. Tenemos que comprar camiones cisterna para poder trabajar con los niños. Dos veces a la semana, cada 15 días, gastamos 13 dólares para llenar los tanques. Lo hacemos con apoyo de los padres y buscando por todos lados para poder solventar”, expresó Ojeda.

Por su parte, la vocera principal de la Corporación Nacional de Alimentos Escolares (CNAE) del centro educativo aseguró que reciben bolsas de comida por parte del Estado, pero “con solo dos o tres pollos”, lo que es insuficiente para cubrir los requerimientos proteicos de los niños.

“Los padres colaboran esporádicamente con lo que pueden, como por ejemplo, con las verduras”, agregó.

La trabajadora subrayó la falta de “tazas y cucharas” y solicitó una nueva cocina para preparar los 20 o 30 platos que ofrecen diariamente. “La que tenemos está bastante deteriorada, solo le funciona una estufa”, refirió.

Compromiso docente

A pesar de estas fallas, “Doña Menca de Leoni” cuenta con excelentes profesionales comprometidos con enseñar “de la mejor forma posible” a los pequeños. La profesora Ysabel Ojeda comparte la premisa de que se les debe instruir “sin poner límites”.

“Aquí hacemos todo por enseñarles su independencia personal, social y académica, sin ponerles límites ni techos. Todos somos iguales y ellos también son muy capaces de lograr cosas en mayor tiempo, pero las logran”, mencionó.

“Ser diferentes es algo común”, añadió, por lo que los maestros se encargan de estimular el desarrollo de sus habilidades y destrezas “para que sean útiles” en el futuro.

Ana Romero, representante de un chico de 9 años, hizo hincapié en la “disposición” que tienen los docentes, pero concordó con el requerimiento de mejores espacios. “Solamente pedimos que nos faciliten una mejor estructura, que sea de provecho para los niños y que signifique para su desarrollo algo positivo. Y que siga llegando personal calificado como el que está laborando actualmente”, precisó.

Indicó que, aunque reside en el sector La Chamarreta, tuvo que inscribir a su hijo allí porque “los centros de educación especial son muy escasos en el Zulia”.

“Esta es la institución que tengo más cerca”, agregó.

Actividades aniversarias

La marabina se encontraba en el plantel participando en las actividades aniversarias que iniciaron el lunes 28 de marzo con una misa de acción de gracias y una muestra pedagógica donde los estudiantes demostraron su aprendizaje con proyectos.

Este martes se realizó una jornada de certificación de discapacidad, documento que facilita a los niños la obtención de beneficios con diferentes entes públicos, y una actividad de vacunación contra la fiebre amarilla, Covid-19, y otras enfermedades.

La conmemoración continuará este miércoles 30 de marzo con “un champú de cariño a la escuela”, donde se pintarán algunos espacios del centro educativo. El jueves se realizará un compartir docente y el viernes, para cerrar con broche de oro, será una celebración recreativa para los chicos.

Toda la comunidad está invitada a participar en los eventos.

“Mi hijo se llama Gabriel Marrufo, tiene dos años estudiando acá y no me puedo quejar. La institución tiene sus fallas por la falta de recursos, pero no tengo quejas de los profesores. He visto avances en mi pequeño, lo han tomado en cuenta, cosa que en otros colegios no hacían”, dijo Xiomara Marín, también representante del colegio.

“Sí es necesario mejorar sus espacios, pero Gabriel se ha sentido más apoyado”, insistió.

Igualmente, la ciudadana Rina Espinosa, madre de Alí Castillo, de 4 años, destacó la labor de los profesionales, “es una escuela que ha tenido pocos recursos y siguen trabajando con las uñas”.

“Mi hija tiene un retardo psicomotor y le han dado la oportunidad de formar parte del instituto. Estoy muy orgullosa de que mi hija estudie aquí y de que vengan niños, así no haya cupo, y ellos le dan la oportunidad de aprender acorde a sus capacidades”, manifestó.

Entre sus peticiones también está el embellecimiento del recinto educativo, la activación del servicio de agua y la construcción de un parque con columpios para la distracción de los pequeños.