Drogas y brujería: modismo en “El Cuadrado”
Un tubo oxidado, presionado entre la puerta y el piso, y una tuerca que ajusta dos rejas son los elementos improvisados que sirven de frágil resguardo al cementerio fundado el 12 de noviembre de 1879, el más antiguo de Maracaibo, conocido como “El Cuadrado”.
La protección delata el olvido que han tenido las autoridades regionales encargadas de este Patrimonio Cultural Regional.
Desde la puerta se observa el deterioro del lugar, donde unos 20 ilustres zulianos han sido sepultados desde hace más de 137 años. Quizá sobre algunas de sus lápidas se ha practicado brujerías o algún perdido en el mundo de las drogas ha consumido sustancias estupefacientes y psicotrópicas.
“El Cuadrado” es lugar de drogadicción, brujerías, “y cualquier acto irregular, porque eso está a la ley de nadie”, sentenció José Ferrer, ecónomo del cementerio.
Al borde de la cerca perimetral, el equipo reporteril de Versión Final recorrió las fosas. Sobre la tumba de José Ch. Piñero se encontraba una gallina muerta, desprendida de su cogote, metida en una bolsa de mercado, color verde.
Su sangre delataba que el acto de brujería se había realizado hace días. Detrás de la tumba del señor José había basura y un olor putrefacto.
Pese a las intenciones y las propias medidas de seguridad que han implementado en el camposanto, “los babalaos siguen lanzando animales muertos, como palomas, gallinas, perros, cochinos, como parte del proceso del conjuro. Tratamos de estar pendiente de cualquier persona que entre en forma sospechosa, si vemos a gente con intenciones de hacer esas acciones la sacamos”, aseguró Ferrer.
El ecónomo aseguró que no ha detenido a ninguna persona realizando brujería, pero el cementerio se cierra a la 1:00 de la mediodía por seguridad, el resto del tiempo “el lugar se presta para cualquier cosa”, porque no está resguardado, incluso, “pueden meterse por la parte de atrás y cometer irregularidades”, destacó.
Ropa de niños envueltas y quemadas. Ropa y zapatos de mujeres metidas en bolsas con líquidos espesos y cenizas. “El Cuadrado” es epicentro de maldad. Pero las medidas y el personal son pocos. A penas unos cuatro hombres están en el extenso camposanto. Algunos resguardan, otros forman parte de los sepultureros, quienes hace poco menos de un mes fueron víctimas de este mismo azote vandálico y los dejaron sin sus implementos de trabajo.
Libre acceso “Esto es falta de autoridad”, sentenció Benito Villegas, presidente de “El Cuadrado”. Para él, es incalculable la suma necesaria para recuperar desde la pedrería hasta algunas pertenecías originales de los ilustres.
“Se han robado porcelanato y elementos preciosos y costosos de grandes personalidades de la región. Se los roban para llevarlo a las fundidoras, se los roban más que todo por lo que el cementerio representa en antigüedad”, aseguró el presidente.
Las autoridades saben del problema. El gobernador Francisco Arias Cárdenas está al tanto de la situación, incluso el secretario de Gobierno, Giovanny Villalobos también, enfatizó Villegas, “pero no nos prestan atención, no existimos”, acotó.
El resguardo privado no está en los proyectos de las autoridades del cementerio, pues Villegas aseguró que por Gaceta Oficial es responsabilidad de la Gobernación del Estado, según el decreto 630 emitido el 4 de abril de 2007, que lo convirtió en Patrimonio Cultural de la región zuliana.
