Bonos económicos se diluyen por el descontrol de precios
Pulverizados terminan los bonos económicos que las empresas cancelan a sus empleados para incentivarlos y evitar que abandonen sus puestos de trabajo, ante el alza constante de los precios de los productos de la canasta básica alimentaria y medicamentos, así como el aumento discrecional de los pasajes del transporte público y la escasez de efectivo.
Tres kilos de harina precocida, dos kilos de arroz, un kilo de frijoles y una azúcar, fueron los alimentos que Alberto González compró con los 2 millones de bolívares que recibió como incentivo en la empresa publicitaria donde labora. Su adquisición alcanzaría para una semana de comida de su grupo familiar, aproximadamente.
Las tres semanas restantes, del mes, debe ingeniárselas con su esposa para cubrir las tres comidas diarias. Ambos ganan salario mínimo, excepto él que cuenta con el bono. Con su sueldo básico que se ubicaba en 392.646 mil bolívares hubiese comprado un solo kilo de los productos mencionados.
A mediados de abril, el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) informó que la Canasta Básica Familiar (CBF) de marzo se ubicó en 75 millones 446 mil 14 bolívares con 83 céntimos, lo que equivale a un aumento de 22 millones 765 mil 113 bolívares con 85 céntimos, en comparación con febrero.
Ajuste del sueldo
El incremento del salario anunciado, ayer, por el presidente Nicolás Maduro dejó a Alberto con los “pelos de punta”, esta medida que frecuentemente realiza el Ejecutivo para paliar la inflación vulnera el derecho de alimentación de los venezolanos. Los costos de los rubros se elevan sin control, diluyendo el poder adquisitivo.
En anteriores períodos presidenciales, el diseñador esperaba con ansias el aumento anual de sueldo que era decretado cada 1 de mayo, Día Internacional del Trabajador. Hoy se convirtió en una pesadilla para los asalariados.
“Ningún sueldo alcanza para adquirir los alimentos. Con el bono puedo medio resolver el incremento constante de los productos. Hoy -ayer- una harina precocida o arroz costaba entre 350 y 400, pero con el aumento del salario, los precios se van a disparar”, dijo con pesar González.
El ingreso mínimo de Bs. 392.646 pasó a 1 millón de bolívares, sufriendo un ajuste del 95,4 %. Mientras que el cestatique se ubicó en Bs. 1.555.500. En total, los trabajadores del país devengarán mensualmente 2.555.500.
Incentivos
Luis Bracho, de 38 años, es vendedor de repuestos. Indicó que sus jefes cancelan un ingreso extra, que difiere del pago mensual para desahogar el ajustado bolsillo de los empleados.
“Me dan un bono de 2 millones más el sueldo mínimo. También un bono de transporte de 30 mil diarios (600 mil al mes) y el almuerzo todos los días”, aseveró. Otras empresas han optado por entregar a su personal, un incentivo en dólares.
