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Aumento de cestaticket y del dólar paralelo dispara precio de alimentos en Las Pulgas

“Aquí en Las Pulgas, no hay venta, la gente no quiere comprar. Los materiales se quedan ‘abollados’”, dijo Maritza González, una vendedora de verduras en el mercado. Los minoristas refieren que “si uno compra caro, tiene que vender caro”. Zulianos claman por incentivar la producción nacional y medidas para estabilizar la economía

A pesar de que el Ejecutivo no anunció un aumento salarial, los efectos del ajuste al cestaticket y el alza del dólar paralelo han causado un incremento en el costo de alimentos en Las Pulgas, ubicado en el casco central de Maracaibo. Ante esta nueva realidad, los comerciantes solicitaron medidas para frenar la inflación y estabilizar la economía nacional.

El equipo reporteril de Versión Final realizó un recorrido por el populoso mercado y conoció la opinión de los ciudadanos, quienes resaltaron la dificultad económica que padecen al momento de adquirir los rubros de la cesta básica, por otro lado, los vendedores informales lamentan las bajas ventas de su mercancía y culpan a los proveedores por el remarque de precios.

“Todos los días de Dios las cosas están más caras y no tiene uno por dónde meter la cabeza porque no se puede comprar nada. La gente cree que uno es el que vende caro pero si uno compra caro, tiene que vender caro y las cosas aumentan a cada rato”, sostuvo Marlon Sánchez, un comerciante que ofrece frutas en la avenida Libertador del casco central.

Por su parte, Robert Ferrer, un funcionario jubilado de la policía con 33 años de servicio, aseguró que se dedica a manejar un carrito por puesto para poder costear sus gastos y mantener a su familia. “El sueldo no rinde, la pensión del Seguro Social tampoco rinde pero sé que él (Nicolás Maduro) algún día va a reconocer que ha hecho mal en Venezuela”, dijo el hombre, quien se mostraba optimista entre sus compañeros de la línea del transporte público a pesar de la situación.

Ferrer también se pronunció en cuanto al alza de precios y aseguró comprender la posición de los vendedores informales: “Sí, todo ha aumentado porque sea como sea los proveedores les aumentan (a los comerciantes) porque les aumentan a ellos también”, añadió.

El maracaibero agradeció a Dios por la salud de él y su familia pero también para pedirle “que Maduro se ponga la mano en su corazón y que reconozca que los ciudadanos necesitamos un sueldo digno”.

Otro de los factores que también incidiría en el remarque ilegal de precios sería la escasa producción venezolana, según los minoristas. “Aquí no hay producto venezolano, sólo tenemos producto extranjero, entonces ¿cómo van frenar la inflación? Nunca”, dijo el comerciante Rafael Batisda al micrófono de Versión Final.

“Aumento del dólar baja las ventas”

Otro de los problemas que afrontan los buhoneros de Las Pulgas es la inestabilidad del dólar que, pese a mantenerse en 25 bolívares desde el 1 de mayo, ya alguna de sus referencias se ubica por encima de los Bs. 26 este jueves.

Aquí lo que hay es más inflación, con esto de que subió el dólar otra vez, sube todo otra vez, ya no estamos generando la ganancia que daba antes. (…) Uno mantiene precio para tener el cliente pero en verdad ya uno no gana como antes. Primero tienen que estabilizar todo, porque hay un desbalance”, expresó Johanna Moran, quien se dedica al expendio de víveres desde hace 12 años en el mercado.

Su opinión fue compartida por Manuel Lacalle, un joven que se encontraba sentado a la espera de poder vender alguno de los rubros que ofrece. “Las ventas han bajado muchísimo por el incremento del dólar, también por el transporte y gasolina”, acotó.

“Yo no creo que el cestaticket influya (en costos) porque me parece que eso es una estrategia de la política para conseguir votos, pienso que eso es burlarse del ciudadano, de los pensionados y del adulto mayor”, aseveró.

“Aquí en Las Pulgas, no hay venta, la gente no quiere comprar porque el dólar está subiendo. Los materiales se quedan ‘abollados’, el tomate está a seis bolívares pero no se vende, todo se ‘abolla’, aquí no hay vida”, abundó Maritza González, una vendedora de verduras.

Ante el precario escenario, tanto consumidores como buhoneros, solicitaron al Ejecutivo incrementar la producción nacional de alimentos, estabilizar la referencia de la divisa norteamericana y anunciar un ajuste salarial acorde a la canasta básica alimentaria para poder solventar la situación.

 

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