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¡Ajé, San Benito, ajé! Puerto Caballo celebró el día de su Santo Negro

La vida y obra de San Benito de Palermo representa un legado de anécdotas de humildad, servicio y milagros. Este santo fue un hombre sencillo, oriundo de Palermo, Italia. Hijo de esclavos, pero nació liberto, incluso con tierras a su propiedad, pero su bondad y humildad lo llevó a ser asumido por la comunidad Franciscana

La comunidad de Puerto Caballo celebró al ritmo de los tradicionales chimbangles el día de su patrono, San Benito.

Fue así como la mañana de este 27 de diciembre los habitantes se reunieron en la Iglesia San Benito para honrar al Santo Negro. La música, la alegría y las oraciones protagonizaron la reunión religiosa.

En la zona acostumbran a reunirse los distintos grupos de chimbangles que conforman la entidad, entre ellos lo de residentes de la Guajira. Así pagan las promesas y favores concebidos.

Cada agrupación toca según su estilo mientras los devotos se turnan para venerar y bailar a la imagen.

La vida y obra de San Benito de Palermo representa un legado de anécdotas de humildad, servicio y milagros. Este santo fue un hombre sencillo, oriundo de Palermo, Italia. Hijo de esclavos, pero nació liberto, incluso con tierras a su propiedad, pero su bondad y humildad lo llevó a ser asumido por la comunidad Franciscana.

Estando en el convento, San Benito comenzó a caracterizarse por su inquebrantable servicio a los pobres, su obediencia a Dios y a sus superiores, y con el tiempo se convirtió en un fraile, llegando a ser superior de la casa y maestro de novicios, pero, pese a la jerarquía que pudo haber alcanzado, su solidaridad hacia los más necesitados nunca cambió.

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