El diario plural del Zulia

CNE ya sectorizó el voto estudiantil para la Constituyente

César verificó el jueves sus datos en la página web del Consejo Nacional Electoral (CNE) por sugerencia de sus compañeros de clase. Pese a que su universidad se rehusó a entregarle la data estudiantil al ente comicial, al introducir su número de cédula, el portal le arrojó la información: “Vota en la Constituyente. Sector: Estudiantes-Privada”.

Sus 20 amigos del grupo de WhatsApp hicieron la misma operación antes que él, con igual resultado. Ninguno sabe cómo el Poder Electoral obtuvo sus datos. Sospechaban que su alma mater, después de todo, sí los había entregado.

“No hemos entregado la data estudiantil ni la vamos a entregar”, afirmó ayer en una entrevista a Unión Radio Óscar Belloso Vargas, rector de la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE). Y añadió que pudo haber sido la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) la que se la facilitó al ente comicial.

La Universidad del Zulia (LUZ) tampoco facilitó su listado de alumnos, y aún así aparecen en el registro sectorial para la votación a la Constituyente. Sara, estudiante de esa casa de estudios, movida por los rumores, también quiso verificar. Y esto halló: “Vota en la Constituyente. Sector: Estudiantes-Públicas”.

Un registro público

Marietta Morisco, coordinadora de Súmate-Zulia, opina que efectivamente el Gobierno pudo tener acceso a la data de los estudiantes a través del Ministerio de Educación Universitaria o la OPSU, ya que se trata de información pública. “Ya queda de parte de cada muchacho si va a participar o no”.

Pero las universidades, acotó, también estaban en su derecho de no entregar los listados. “Son sus muchachos, que están dentro de su recinto, y hay una autonomía universitaria”.

Esto va por ensayo y error, porque todos estamos aprendiendo de esta inconstitucionalidad, que es la convocatoria a esta Constituyente. Porque violan el principio de universalidad del voto”.

Morisco señaló que más difícil aún es llevar un registro de los discapacitados y, sin embargo, también los sectorizaron.

“¿Cómo, de dónde los iban a sacar? Es algo a lo que no pueden acceder. El CNE tiene una lista de electores en general, y a los estudiantes los abordan a través de los registros de las universidades, y si las universidades no lo entregan, los abordan a través de ese registro nacional (la OPSU, el Ministerio), que es público”.

Desde el inicio

Desde que el Gobierno violó la norma histórica de la democracia —un elector, un voto—, y desde que soslayó que el sufragio es universal, directo y secreto, la conformación de estos listados perdió calidad, opinó Eduardo Semtei, exrector del CNE.

Ahora van a meter cualquier cantidad de personas sin saber de dónde provienen. Ninguna de esas listas es sincera: ni la de los estudiantes, ni la de los trabajadores, y menos aún la de los discapacitados”.

Todos estos registros, insiste, están manipulados y se diseñaron para que el PSUV gane las elecciones. Incluso, que los estarían nutriendo con la lista de militantes del propio partido de gobierno.

Antes se necesitaban 20 mil firmas para ser diputado, ahora tuvieron el tupé de reducirlas a 500. En el Parque Central, para ser presidente del condominio, hay que recoger más de dos mil firmas. Y aquí, para ser diputado, piden 500. Una burda y grotesca manipulación que va a conducir al país a una debacle”.

Sin asidero

La votación sectorial no tiene asidero jurídico, a juicio de Roberto López, doctor en Ciencias Políticas y profesor titular de LUZ. El Poder Ejecutivo, además, no se tomó la molestia de explicar por qué hay cinco curules en la Asamblea Constituyente para los discapacitados, por qué hay cinco para los empresarios y 79 para los trabajadores.

El padrón electoral está trucado, añade López, porque no se sabe cómo es. De hecho, no existe. Y pudiera existir en la medida en que se justifique y organice.

“Pero no hay argumentos que expliquen el número de representantes campesinos y pescadores. Hay sectores de la población que no van a quedar en ningunos de esos sectores, por ejemplo, las amas de casa que no estén inscritas en el Seguro Social, trabajadores por cuenta propia, buhoneros. No se sabe cuánta gente queda por fuera, porque no hay un padrón electoral sectorial”.

Convocar a una Asamblea Constituyente segmentando a los electores entre campesinos, y pescadores, por ejemplo, constituye a lo sumo un juego de palabras, a juicio del académico.

“Los trabajadores, los campesinos, en general, terminan siendo la mayoría de la población. Y si tú haces una votación universal, en la medida en que los trabajadores y los campesinos tienen conciencia para hacer valer sus intereses, cualquier consulta responde a los intereses de los trabajadores y los campesinos sin necesidad de que vayan a votar solamente ellos”.

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