Quinta Luxor es guarida de robacables
En un refugio de ladrones de cables eléctricos se ha convertido la abandonada Quinta Luxor –antigua oficina del Metro de Maracaibo– ubicada en la avenida 5 de julio, diagonal a la plaza Indio Mara.
Durante el día la casa está sola. En el segundo piso se hallan decenas de cables azules, negros y blancos de electricidad que han sido abiertos para sustraer las líneas de cobre.
Esta modalidad de robo para la venta del metal se ha incrementado en los últimos meses. Solo en Maracaibo se han registrado más de 200 denuncias en lo que va de año, de acuerdo con lo informado por Rixio Arrieta, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Telecomunicaciones del Zulia.
Cables de Cantv
Los llamados cables de par, pertenecientes a las líneas telefónicas, también han sido hurtados en la ciudad.
En los cables blancos que están en la Quinta Luxor se puede leer: “Electro Conductores C. A. cable TW 4 AWG 600 V (voltios)”, y en los azules: “IND Cresmar C.A. cable TW 6 AWG 600 V”.
Para conocer la naturaleza de los cables encontrados en la Quinta Luxor, el ingeniero en electrónica, Marcelo Monnot explicó a Versión Final que no son de telefonía. “Los cables de teléfono se distinguen de los de electricidad porque en su interior tienen varios cables nos de colores. Por otra parte, los cables de red son trenzados. Mientras que los de electricidad son más finos”, dijo.
El negocio
Como una conversación habitual, dos compradores de cobre de la avenida Milagro Norte de Maracaibo le dijeron a una mujer que preguntó por los costos del producto:
“Te puedo comprar el kilo de cobre a 4.500”, comentó uno de ellos. Mientras que su compañero preguntó: “¿Pero tienes alambre de cobre? El peso depende de la cantidad que tú traigas. Treinta metros de cable pueden pesar seis u ocho kilos, dependiendo del grosor”.
Ante el comentario de su colega, el primero agregó: “Pero tiene que ser pelado, no con el plástico. Tú trae los cables, mándalos a pelar y lo pesamos. ¿Tienes bastantes cables?”.
Interrogado sobre si compran y venden fibra óptica, el primero de los comerciantes informales sostuvo: “Aquí se compra puro cobre y aluminio; lo que es desechable. Por la fibra tienes que preguntarle a los que trabajan componiendo lanchas para ver si a ellos les sirve”.
Estos “chatarreros” aseguran que adquieren los metales para reciclarlos y venderlos a terceros.
Según estiman trabajadores de Cantv, los cables de 300 pares pueden tener una pulgada y media de grosor. Quienes roban considerables extensiones de cables buscan reunir hasta un kilo de este material para su venta.
Debido a esta ola de hurtos, más de 10 mil personas de la capital zuliana han quedado sin servicio de telefonía e internet en apenas ocho semanas.
El cable del alumbrado público también es blanco del hampa desatada en la capital zuliana
