El impuntual hombre nuevo

“Ha hecho falta un trabajo cultural en lo que significa el socialismo, mucha gente lo ve como un enorme aguacero de cosas extraordinarias: casas regaladas, taxis, tablets. La gente se acostumbra a que le vengan cosas sin que haya un aporte”, dijo Luis Britto García, escritor e historiador en una entrevista en Globovisión.

“El discurso chavista posiblemente ha fallado en el proceso de construcción de nuevos valores”, reconoció este intelectual, que para el chavismo es un faro de moralidad y guía ideológica. Y no es la primera vez. En diciembre de 2015, tras la derrota del Polo Patriótico en las elecciones parlamentarias, escribió un artículo titulado Por ahora, en el que le recomendó al Gobierno nacional reforzar la formación de la militancia y el pueblo.

“Nosotros nos estamos moviendo hacia la construcción de otro mundo posible que está establecido en la Constitución, un mundo en el que la construcción del Estado social, democrático, de derecho y de justicia, está recibiendo la impronta de la vieja sociedad”, explica María de Queipo, directora de Ideología del PSUV-Zulia.

El proceso bolivariano, argumenta, se caracteriza por una dialéctica (lógica) inédita que debe abrirse paso en un modelo cultural implantado en la conciencia de los venezolanos: el rentismo. “Desde 1999, cuando aparece la Constituyente, y el pueblo se vuelve protagonista en la opinión y en la argumentación a todos los niveles, se comenzó un proceso, lo que pasa es que cambiar los valores en una sociedad no es fácil. Toda la institucionalidad del país tenía que cambiar”.

El chavismo ha roto con muchos de los viejos valores, afirma Queipo, pero reconoce aún no se han eliminado del todo y que en su lugar tampoco se han afianzado los nuevos. Sí existe “una condición mixta”, añade.

“Todavía el alcance de la teoría y la praxis de la revolución no ha sido tan dialéctica como para pensar que tenemos hombres nuevos. Pero sí tenemos un camino transitado. Hay cosas que no son medibles sino en el tiempo. El proceso de alfabetismo que hubo, el concepto de misiones, revolucionó un poco todo esto que estamos hablando”.

Senda revolucionaria

Juan Barreto, vocero nacional del partido Redes, opina que la revolución —como todo proceso democratizador de la sociedad— entraña fallas y omisiones, y debe seguir rutas zigzagueantes y donde abundan los atajos. En suma, la senda es compleja y esto le impide ser lineal. Pero no le impide ser autocrítico. Al contrario, se lo reclama.

“Uno de los problemas nuestros es la mentalidad clientelar, producto del rentismo. El capitalismo en Venezuela es extractivista y rentista, que trae como consecuencia una riqueza bien habida pero fácil. Entonces la gente ve como buen gobierno a aquel que reparte, y como mal gobierno a aquel que no reparte. Y cuando no hay nada que repartir, el gobierno es malo”.

La revolución no ha construido una economía productiva—prosigue Barreto, siempre en plural, él no se excluye—; tampoco el modelo de ciudadanía previsto en la Constitución, que habla de democracia directa, participativa, protagónica y responsable. Y sobre esa al fombra camina la crisis que hoy golpea al chavismo. “¿Por qué en vez de entregar casas, casi a través de una rifa, no ponen a la gente a construir sus viviendas; por qué no agarramos los terrenos ociosos de haciendas expropiadas en Guárico, y hacemos un concurso y llevamos a unos muchachos para recoger cebollas durante dos meses, por qué ahora que empezaron las lluvias se está perdiendo la cosecha? Y a los más destacados se les premia con una tablet, y los que lo hicieron mejor que se ganen un viaje a Bolivia a conocer procesos, con una beca de estudio, de trabajo”.

Formación y trabajo; trabajo y formación. Juan Arias ministro de Industrias Básicas, dio otra campanada en agosto, re riéndose a Sidor: “hay muchos trabajadores que están ahí en nómina y no hacen nada”. Y dejando claro que no se debía al horario restringido por los cortes eléctricos. Son 17 mil 400 empleados, muchos de los cuales están allí por una política de ingresos errada. “No tenemos que generar obreros, tenemos que generar productividad”. Lo dijo en VTV. Por encima de la crisis, están los valores; más allá de las penurias, está la iniciativa. Y para entrañar esos valores y actuar conforme a ellos, añade Barreto, hay que adoptar una mentalidad asociada a otras formas de creatividad, desde una ética política que a veces se pierde en el clientelismo.

“A veces veo funcionarios del gobierno que dicen al entregar un apartamento: ‘esto solo es posible en socialismo’, o sea, ¿que en el resto de los países no se construyen viviendas? Entonces se envilece la naturaleza del socialismo y del pensamiento del presidente Chávez, reduciéndolo al rentismo, y convirtiendo la relación entre el gobierno y el ciudadano en una relación oportunista”.

Predicar con el ejemplo. Es una de las tareas pendientes, reitera Barreto. ¿Dónde viven los funcionarios, con qué dinero compran sus propiedades? Todos tienen que someterse al escrutinio de la Contraloría, pero no llevando papeles al contralor de turno, abriendo las puertas de su hogar a la investigación pública. “Es parte del sacrificio que tú estás haciendo por una ideología y un sueño que tú tienes. Ah, ¿tú quieres lo mejor de los dos mundos: vivir como rico y ser revolucionario? Pero vivir como rico, y además con reales que no son tuyos, eso se llama corrupción”.