Dos óperas primas dirigidas por mujeres en Cinema Jove
Dos películas muy diferentes pero con puntos en común: ambas son óperas primas, están dirigidas por mujeres y mañana se presentan en el Festival Internacional de Cine de Valencia-Cinema Jove. Son la brasileña "La mujer del padre" ("Mulher do Pai") y la colombiana "La defensa del dragón".
Cristiane Oliveira y Natalia Santa, respectivamente, son las directoras de estos dos largometrajes que participan en la sección oficial del certamen valenciano (este de España).
La película de Oliveira se inspira en las sensaciones que le provocó el encuentro con su padre a los 17 años tras una relación distante y el interés que le despertó la angustia de la pérdida de la memoria entre las personas que sufren repentinamente de ceguera durante la investigación de su primer corto Messalina (2004).
El filme está ambientado en la región fronteriza de Torquato Severo, uno de los muchos lugares de Brasil que entraron en decadencia económica con el fin de los trenes de pasajeros en la década de los cincuenta, informó el festival en un comunicado.
El entorno ayuda a subrayar la condición de aislamiento y de desubicación de la adolescente que protagoniza el filme, hija de un hombre ciego.
"La mujer del padre" recibió tres premios en el Festival de Río, dirección, fotografía y actriz de reparto, y el Abraccine de la Crítica en la Muestra Internacional de Sao Paulo.
Oliveira explicó que Torquato Severo "era un pueblo que tenía hoteles y hasta cine y hoy ha quedado reducido a cerca de 200 habitantes y se encuentra más o menos a una hora de distancia de las ciudades más próximas".
"Me interesa reflejar en el filme la condición de aislamiento y la cultura ganadera, actividad en que no hay mucho espacio para la mujer", agregó.
Mientras que un profesor de ajedrez, un relojero y un homeópata son los protagonistas de "La defensa del dragón", con la que Natalia Santa compitió en la Quincena de los Realizadores del Festival de Cannes.
Su película es un homenaje al centro histórico de la capital colombiana, inspirado en el trabajo fotográfico de Iván Herrera, que en sus series ha retratado negocios en decadencia que se resisten a cerrar, como el club de ajedrez Lasker.
Herrera también ha ejercido de director de fotografía del filme, al que ha dado un tono visual de poso nostálgico a partir del uso de lentes antiguas en una cámara Bolex digital que imita la original de 16 milímetros.
Una historia que presentará la directora mañana y que se adentra en la rutina de tres amigos de mediana edad y en su particular resistencia a cualquier elemento que la altere.
