El diario plural del Zulia

Artistas y política, en el terreno de la emoción

Tú, artista, eres quien eres porque yo “consumo tu arte”. Por tanto, espero una reacción de tu parte. Este razonamiento mueve al venezolano común en redes sociales.

Blanca Méndez, docente de la cátedra Crisis de racionalidad moderna en la escuela de Sociología de LUZ, lo ve así: la emoción es lo que se mueve en el ámbito artístico.

Hoy se cumplen doce días de protestas en Venezuela. Jóvenes y adultos están en la calle. La ciudad más dura ha sido Caracas: autopista Francisco Fajardo. Bombas lacrimógenas, balas y maltrato físico. En esa avenida también han marchado artistas venezolanos. Blanca Méndez los reconoce como figuras públicas activas. Por eso, las personas esperan una reacción en medio de un contexto político y económico álgido.

El cantante “Nacho” llegó el fin de semana al país y se fue a las calles. Intentando mediar con funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, sacó a relucir el beneficio económico que recibiría su colega Roque Valero. La anécdota corrió y se desencadenó un enfrentamiento digital entre ellos.

Se creó entonces un diálogo digital. Hay dos categorías de análisis: la profundización del conflicto que exacerba sentimientos de intolerancia y la democratización de las redes sociales, salva la profesora.

La interacción virtual

Hay artistas que fungen como activistas políticos, como “Nacho”. O la actriz Norkys Baptista. O su colega Daniela Alvarado.

Juan Bermúdez es asesor de redes sociales, y explica que las personalidades del espectáculo sienten la necesidad y responsabilidad de difundir el mensaje contra el Gobierno.

Que ese mensaje traspase fronteras. Porque no todos siguen al “Pedro Pérez” que está en la calle reportando, pero sí siguen a “Nacho”.

—Hay más hambre, más injusticia, más impunidad, mayor corrupción. La gente lo sabe y la protesta toma otro sentido más acentuado. Y esa misma tónica la vierten en redes, lo que se traduce en mayor radicalización— reflexiona Bermúdez.

Conatel, hasta el tercer trimestre de 2016, contó 18 millones 329 mil 389 suscriptores a internet. Y 80% que entran a redes lo hacen desde sus teléfonos móviles.

Eso lo hacen los artistas. Porque lo que no emociona no vende.

Argumentación y emoción

Argumentar es esquematizar un tema con el discurso. Crear un universo con el propósito de convencer. Al involucrar las emociones se apunta al corazón.

La argumentación se configura como la presión simbólica que un interlocutor ejerce sobre otro, afirma Silvia Gutiérrez V. en El discurso argumentativo. Una propuesta de análisis.

Concibiendo el discurso de las figuras públicas venezolanas como una gama de argumentos y pruebas plagado de emociones arraigadas a nuestros referentes, A construye una argumentación para B.

El microuniverso que B elaboró a partir de los argumentos de A será resultado de la reinterpretación que este hizo. Porque toda construcción lingüística está dirigida a una audiencia que, por más heterogénea que sea, coincidirá en la categoría universal de las emociones básicas: alegría, tristeza, ira, miedo y asco.

Blanca Méndez arguye que un artista vive de lo que la gente quiere. Por eso no es extraño que los “consumidores de ese arte” se sientan con el derecho a exigir la difusión de ciertos contenidos en sus redes.

Así, todo son condenados: el que calla y el que se expone. A quienes guardan silencio lo acusan de “enchufados”.

La polémica de “Nacho” y Valero se explica a partir del efecto dominó:

Nos vemos en los tribunales y verás que se impondrá el arte de la justicia, @nacholacriatura.

Contrapunteo.

Me pones las esposas tú, pa’ darte tu coscorrón cuando te acerques, por gafo, @RoqueValero.

Las diferencias políticas alejan a quienes en el pasado compartieron escenario o el set de alguna telenovela. Annarella Bono, animadora del programa Lo actual, de Televén, se refirió así a sus colegas en el exterior:

¿Ellos sí reciben aplausos?, ¿por qué no se quedaron entreteniéndolos?, parándose a las cinco de la mañana sin saber si vas a llegar o no— aludió.

Contrapunteo. Esta vez de la exmiss Venezuela Migbelis Castellanos.

Me llamó la atención el ¿porqué no se quedaron aquí?… entreteniéndolos… (…) A mí no me ofrecieron un trabajo en Venezuela, por la escasez de pantalla.

Vemos entonces el efecto: hoy se pronuncia Roque Valero, mañana le responde “Nacho”, pasado mañana es Gaby Espino y luego “Chino”. Es una cadena a la que suman artistas y que reafirma odio y división entre quienes le siguen.

Ante señalamientos, un artista con inteligencia emocional genera una respuesta diplomática, equilibrada, inclusive de agradecimiento por la oportunidad que tienen de escucharse. Pero el artista es artista, no político, discrepa Méndez.

Por eso sus respuestas son emocionales y generan polémica.

Lea también
Comentarios
Cargando...