El diario plural del Zulia

Viejo tráiler cobija a expolicía en Santa Lucía

Desde hace tres años “el cajón” se ha vuelto en el hogar y refugio de la familia Morales Paz

Desde hace tres años el dolor y la tristeza llegó a la vida de Jesús Paz. Un hombre de 60 años de edad, que, junto a su esposa, Omaira Margarita Morales, y su hija, Jessica María Paz, de 14 años de edad, vive en un tráiler. La raíz del problema fue una vaguada en Santa Cruz de Mara que se llevó todo a su paso; incluyendo la casa de esta familia.

“El viento era muy fuerte. La cañada empezó a desbordarse y a llevarse todo a su paso. Parecía una película sin final. Fuimos varias las familias afectadas. Desde entonces, nada fue igual”, dijo Paz, con una mirada al vació que refleja tristeza.

Cuatro latas pintadas de color rojo con un mensaje que dice “Complejo habitacional Patria Mía, La Tierra es del Pueblo”, cubren a la familia Morales Paz del sol y la lluvia. Dos cuartos pequeños con una cama individual, una mini sala de estar con un televisor de modelo antiguo, una cocina eléctrica y un baño forman parte de “la casa” donde la familia intenta subsistir.

“No estamos aquí porque queremos. Estamos aquí porque la situación país no nos permite alquilar una casa, mucho menos comprarla”, aseguró Jesús, al señalar que trabaja desde hace años con los servicios portuarios de carga, descarga transferencia, llenado y vaciado de contenedores en el Puerto de Maracaibo; recurso con el cual apenas sobreviven.

El único sustento “Por mi trabajo es que medio comemos. Mi señora no sale del tráiler y mi hija estudia en el colegio Idelfonso Vásquez de Santa Lucía. A veces comemos bien, a veces no”, relata el trabajador.

Asegura que de ellos no se acuerda nadie. “Ni los encargados de las cajas del CLAP vemos por aquí. Hace tres meses nos llegó, pero con los productos vencidos. Pagué 35 mil bolívares por la caja y perdí los cobres y la comida porque no se podía consumir”, aseveró.

Con lágrimas en sus ojos, el padre de familia dijo a Versión Final que jamás imaginó vivir en esas circunstancias.

“Fui funcionario de la antigua policía regional, he pedido ayuda y ahora nadie se acuerda de quién soy”, lamentó, mientras bajaba su rostro moviéndolo de un lado al otro, como negando su realidad.

Su cuerpo delgado y las bermudas negra que lo vestía mostraron parte de la decadencia en la que vive esta familia luciteña.

Olvidados por el Gobierno

Cansado de que los habitantes del sector Santa Lucía lo vean con ojos de compasión, Jesús Paz indicó que “desde hace muchos años en este país no existe gobierno”. Manifestó haber solicitado ayudas sociales a la Gobernación del estado, a la Alcaldía de Maracaibo e incluso al presidente de la República, Nicolás Maduro; pero no ha recibido respuestas.

“¿Cuáles ayudas?”, se preguntaba una y otra vez al cuestionar que “los políticos son buenos para dar ayudas en otros estados y a familias que no lo necesitan, pero a quienes les hace falta los tienen olvidados”.

Jesús, junto a su esposa Omaira, soltó un clamor al cielo diciendo: “Yo lo único que quiero es mi casa. Quiero tener un hogar donde vivir con dignidad”.

"Que nos escuchen"

Como la familia Morales Paz, existen otras tantas que padecen ante la situación país. Ver personas comiendo de la basura y viviendo en situación de calle se ha vuelto, según Paz, el pan de cada día de los venezolanos. El padre de familia pide al Gobierno que atienda las necesidades que aquejan actualmente a los ciudadanos.

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