Robo millonario en la escuela Rómulo Gallegos
Durante las vacaciones del año escolar, el hampa sustrajo equipos electrónicos y material de trabajo de la Escuela Técnica Comercial Robiniana Rómulo Gallegos, ubicada en la calle 72 del sector La Lago, en Maracaibo.
Del recinto educativo, que atiende a una matrícula de 471 estudiantes de primer a quinto año de bachillerato, los delincuentes se llevaron dos computadoras, tres aires acondicionados, un televisor, seis candados, cadenas, cuatro galones de desinfectantes, dos potes de pintura una docena de escobas, cadenas, unos 100 libros de la colección Bicentenario y material de oficina.
El personal del colegio que egresa a jóvenes profesionales en el área de la Contaduría y la Informática ahora realiza a mano los procesos que deberían ser computarizados; no solo porque tienen una menor cantidad de computadoras, sino porque además no cuentan con servicio eléctrico: los malhechores también se llevaron el cableado.
“No sabemos cuántos metros fueron, pero quedamos sin electricidad en toda la escuela. Los hurtos se agravaron desde enero del año en curso, ya van más de siete”, dice Ilia Ortiz, directora.
Daños a la infraestructura
Las huellas palpables de cada hurto se evidencian principalmente en los salones: en las aulas del primer piso se observan puertas fuera de sus marcos, ventiladores rotos, pupitres y mesas de trabajo destrozados.
Susana Díaz, profesora de Informática, expresa que, en esas condiciones, es imposible dar clases, cuando los alumnos regresen el próximo lunes 2 de octubre.
Innumerables denuncias
La inseguridad en la zona no es materia nueva. La comunidad sospecha que los responsables residen en los barrios aledaños, como Cerros de Marín y La Cañada del Ahogado.
La principal representante de la institución ha hecho los reportes a los jefes de zona, a la División de Escuelas Técnicas e incluso a la Zona Educativa del Zulia. “Pero no vemos respuestas”, lamenta.
Doglis Pirona, subdirector del plantel, subraya que han presentado las acusaciones en las oficinas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y en la Policía Regional.
“El 15 de agosto, el comisionado Gustavo Basabe, de Polimaracaibo, nos envió dos oficiales para que inspeccionaran el lugar, pero no ha pasado más nada”.
Debido al destrozo de puertas, pupitres y gavetas, los directivos presumen que los forajidos buscaban dinero.
“Pero no lo consiguieron porque la escuela funciona sin fines de lucro”, agrega la directora.
