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Restituido transformador en las Torres del Saladillo

Trabajadores de Corpoelec sustituyeron este jueves el transformador que explotó y mantuvo sin el servicio eléctrico por más de 18 horas a 400 familias de Las Torres del Saladillo. Un cortocircuito en las bobinas, que tienen en su interior gran cantidad de aceite, fue lo que ocasionó el incendio.

Como se sabe a las 6:40 pm del miércoles, el transformador que suministra electricidad a los edificios Barcelona y Porlamar de las Torres del Saladillo explotó provocando el terror entre los habitantes de la zona.

Las llamas alcanzaron un árbol de las áreas verdes, el cual sirvió de escudo para no afectar las edificaciones. Desde ese momento el servicio de electricidad en ambas torres y zonas vecinas como Belloso y casco central, comenzó a fallar.

“La gente estaba corriendo y gritando asustada y la luz iba y venía un centenar de veces. Parecía el apocalipsis en las torres”, expresó Yeneth González, residente del tercer piso del edificio Barcelona.

Los habitantes expresaron que un camión cisterna que iba pasando en el instante que inició el fuego, se detuvo a intentar detener las llamas. Posteriormente, una unidad de bomberos arribó al lugar en un lapso de 30 minutos.

“Fue algo fuerte, mientras más le echaban agua, más se avivaba el fuego y el humo llegaba hasta los últimos pisos”, comentó Jenni Matheus, habitante del décimo piso.

De igual forma, los vecinos de la calle 89-B con 13 en el sector Belloso, afirmaron presenciar el humo desde sus hogares y alarmados algunos corrieron para ayudar a los vecinos.

Al apagar las llamas terminó la labor de las autoridades pero inició una noche de penurias para los habitantes de las torres Barcelona y Porlamar, las únicas que se vieron afectadas por el incendio del transformador.

En vista de que el servicio eléctrico no sería restaurado inmediatamente, algunos de los vecinos con niños y ancianos se vieron en la necesidad de evacuar los apartamentos para dormir en casa de familiares hasta que se solucionara el problema. Otros, sin embargo, permanecieron en el lugar pasando una noche de incomodidades.

“Yo tuve que irme de aquí, tengo a mis tres hijos enfermos y no podía quedarme y dejarlos pasar la noche con calor y zancudos. Ellos hasta lloran cuando se va la luz normalmente”, expresó Matheus, quien regresó a su residencia en horas del mediodía de ayer.

Sin luz ni agua
Además del prolongado apagón, la preocupación también se hizo presente en los habitantes de las Torres del Saladillo, pues las bombas de agua necesitaban electricidad para que el vital líquido llegara especialmente a los residentes de los pisos más altos.

Desde tempranas horas de la mañana de este jueves niños y adultos hacían cola en los tanques para cargar con botellas, tobos y tazas con agua. “Tenemos que sacar el preciado líquido de los tanques de almacenamiento, porque muchas familias no teníamos para donde irnos”, aseguró Argelia Muñoz, habitante de la zona.

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