Una maestra zuliana rescata el sabor del tequeyoyo original en Santiago de Chile

Anna Patrizzia Palumbo nació en Maracaibo, es Licenciada en Educación graduada en LUZ y por encima de cualquier otro título es madre, una madre que llegó con su hija a Santiago de Chile desde octubre de 2017 y hoy con esfuerzo escribe una maravillosa historia con Tequeioio (@tequeioio), un restaurante marcado por la sazón zuliana.

Antes de emigrar, Anna preparaba y vendía pizzas en el conjunto residencial en el que vivía, por ello emigró con el objetivo de emprender en ese rubro. “Pero luego al llegar acá y ver el mercado, me di cuenta que no era tan fácil. Así que desistí. Ni siquiera lo intenté”, recuerda.

Como no tenía permiso de trabajo se le hizo difícil encontrar quien la contratara en cualquier empleo y comenzó a hacer tareas dirigidas a los hijos de sus conocidos para poder mantenerse. Sin embargo, sabía lo que quería.

La cocina siempre ha sido mi pasión, sobre todo las masas. Soy amante del tequeyoyo, los tequeños, los pastelitos de papa con queso, las mandocas y las empanadas de pabellón... y para ese momento no era tan fácil encontrarlos”, detalla.

Anna Patrizzia empezó a buscar y probar en los lugares que vendían en ese momento y sentía que les faltaba algo. Arrancó con la búsqueda de un buen queso y a probar masas.

Y se lanzó. Comenzó a vender tequeyoyos frente a un Líder cerca de donde vivía y le fue muy bien. El nombre @tequeioio fue sugerido por su hermano.

El tequeyoyo forma parte de la gastronomía venezolana, surge del tequeño de queso tradicional con la unión de un ingrediente muy peculiar como lo es el plátano maduro. La combinación del queso, con el plátano frito, sin duda alguna, crean una explosión de sabores en el paladar y es por eso que ha logrado resaltar entre la gastronomía de numerosas partes del mundo.

Hoy, ya afianzada y con su tienda en línea, en Santiago Centro, ofrece Tequeyoyos, Empanadas, Pastelitos, Tequeños y Papitas de yuca, todos con ese punto que sabemos nos lleva de regreso a los sabores de la infancia y juventud.

Su meta es consolidarse como distribuidora al mayor y detal, en versiones congelados y fritos. “Quiero que cada chileno incorpore los tequeños y nuestros productos en general en su vida, que no falten en sus fiestas”, detalla.