El diario plural del Zulia

Wilco y M.I.A. brillan en el cierre de la edición más negra de Mad Cool

El relevo lo han tomado los galeses Manic Street Preachers con una pegatina de Marbella en la guitarra de James Dean Bradfield

La que debiera haber sido una magnífica jornada musical de cierre para el segundo Mad Cool, especialmente con unos Wilco, Savages y M.I.A. sembrados, no ha alcanzado para despejar el tono negro de la edición más aciaga de este joven festival madrileño.

La muerte ayer del especialista en danza aérea Pedro Aunión en mitad de su número acrobático justo antes del concierto de Green Day y la posterior gestión de esta crisis nubló la imagen del evento aún más que los nubarrones y lluvias torrenciales que desde el jueves, con más de 600 incidencias en la región, parecía empeñados en acosarlo.

Cierto es que las cuantiosas críticas en redes por la decisión de mantener hoy esta tercera jornada a través de un escueto comunicado, en el que no se citaba ni el nombre del fallecido, no ha tenido gran repercusión en las cifras de asistencia ni en súbitas suspensiones por parte de algún grupo, como ayer Slowdive.

A ojo de buen cubero no han faltado apenas ninguna de las 45.000 personas que, como en los días previos, constituyen el aforo total previsto para La Caja Mágica, cuyo acceso se convertía a las 19 horas en escenario de una concentración de la Unión Estatal de Músicos y Actores por el fin de los accidentes mortales en el sector.

Al grito de "Pedro, hermano, nosotros no olvidamos" y "el precio de tu abono no vale una vida", los congregados han pedido que se depuren responsabilidades, sobre todo tras una denuncia previa del Sindicato de Enfermería SATSE por la precariedad de medios de sus profesionales en estas citas y la relación mercantil y no laboral que suelen primar los festivales en las contrataciones de artistas.

Tras la misma han empezado a desfilar los conciertos importantes de una edición en la que resultaba casi tanto o más atractiva la segunda línea de figuras que la de los cabezas de cartel, por ejemplo el rock experimental de Chicago de Wilco, en competencia con la también avezada propuesta de flamenco y soul electrónico de los españoles Fuel Fandango.

El virtuosismo instrumental y el atrevimiento de los chicos de Jeff Tweedy ha quedado de manifiesto nada más arrancar en cortes como "Via Chicago", esa pieza de costumbrismo amable atravesada de súbito por una tormenta de distorsión, o con las intrincadas progresiones del guitarrista Nels Cline en "Impossible Germany".

El relevo lo han tomado los galeses Manic Street Preachers con una pegatina de Marbella en la guitarra de James Dean Bradfield y un repertorio repleto de grandes éxitos entre la épica sentimental de "You stole the sun from my heart" y el punk alternativo con un punto de desenfado glam de "You love us", aunque la esperable explosión britpop de "Tsunami" se haya quedado en una olita.

El público ha premiado la coherencia y toque sofisticado del trío con una buena asistencia y aplausos especialmente fuertes con "If we tolerate this your children will be next", mientras otro buen porcentaje de personas han preferido seguir el "bolazo" de Savages y su singular fiereza "riot grrrl", en especial la de una Jenny Beth que no ha dudado en quitarse los tacones para lanzarse sobre la masa.

A las 22,45 horas, no por la hora de la fatal caída de Aunión, sino en el hueco entre conciertos, el festival ha acometido su prometido y "sentido homenaje", para el que han pinchado "Purple rain", canción que sonaba durante el número acrobático, y se ha proyectado el mensaje "En memoria de nuestro compañero Pedro, te recordaremos siempre", acogido con breves aplausos.

Con un sonido bastante más claro que el que sufrieron en su anterior visita a Madrid en 2010, en la plaza Vistalegre, a los estadounidenses Kings of Leon les ha tocado ejercer de cabezas de cartel frente a quienes pudiesen cuestionarles por varios años de intrascendencia discográfica.

En esa pauta podría haberse inscrito también su concierto de hoy de no ser por unas cuantas balas del calibre de "Use somebody", ejecutada a la media hora de show antes de incurrir en el tedio, con la que se han asegurado como mínimo un himno consensuado del festival por sus "uoohs" coreados unánimemente.

Entre los fogonazos de un concierto un tanto predecible por apegado a sus versiones grabadas, cabe destacar obviamente "Sex on fire", casi al final, aunque esta canción tenga aún más sentido con una cama de por medio y una intimidad vibrante entre dos.

Para un espectáculo vibrante de verdad ha habido que esperar hasta la irrupción huracanada de la británica de origen tamil M.I.A., completamente vestida de naranja Guantánamo y ante una escenografía enrejada para cantar/rapear "Born free" (nacida libre).

"MIA, uniendo gente desde 2003", indicaba la pantalla como leit-motiv de una actuación armada sobre un Dj, dos bailarinas y una corista de semejante o superior desparpajo que han puesto a mover por fin las caderas al respetable con un show hipnótico y aeróbico, que ha llevado a la protagonista incluso a pedir agua.

Pocos eran los que separaban la vista o el oído del escenario, de unas bases electrónicas preñadas de sonidos hindúes, y eso sin necesidad de incurrir hasta el final en la metralla principal, en proclamas políticas como "Fly pirate" y, sobre todo, "Paper planes", con el que se ha desatado el acabose tras tres días de festival.

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