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Serie chilena rescata "culpa de los sobrevivientes" a dictadura de Pinochet

Según cifras oficiales, 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado durante la dictadura, de los que 1.192 aún figuran como detenidos desaparecidos

"Una Historia Necesaria", es el nombre de una serie de cortometrajes dirigida por el chileno Hernán Caffiero que rescata "la culpa de los sobrevivientes" a la dictadura de Augusto Pinochet, para así sensibilizar sobre el dolor y la angustia que a día de hoy atormenta a miles de familias chilenas.

"Nadie en su sano juicio podría concebir el hecho de olvidar a sus familiares detenidos y desaparecidos en dictadura, sin antes saber qué paso con ellos", señala Caffiero en entrevista con Efe, respecto a las miles de personas que aún buscan una verdad, reparación y justicia por parte del Estado chileno.

Sobre esta afirmación nace la serie producida por Tridi Films, en conjunto con la Escuela de Cine de Chile, que revive lo sufrido por personas detenidas y desaparecidas en los primeros años del régimen militar (1973-1990).

El proyecto, que se estrenó en televisión este 11 de septiembre, a 44 años del golpe de Estado que derrocó a Salvador Allende, se compone de 16 videos de cinco minutos cada uno, "pensados desde una lógica emotiva, humana y alejada de todo tipo de panfletos", asegura su creador.

"En Chile no se ha hecho un proceso de sanación, porque no hemos logrado encontrar la verdad. Todavía hay quienes dicen que olvidemos lo que pasó (en dictadura), pero eso no es posible para aquellos que perdieron a sus hijos, padres, parejas, seres amados", asevera el cineasta.

A juicio de Caffiero, impera hasta hoy la necesidad de traspasar "una conciencia a las nuevas generaciones, como una forma de aportar a la construcción de una mejor sociedad en el futuro", en un país en el que aún hay personas que defienden las atrocidades cometidas en el régimen.

Con este propósito, los relatos que integran "Una Historia Necesaria", basados en testimonios y hechos reales, intentan aclarar "que las víctimas de la dictadura no sólo son los desaparecidos, sino los familiares que todavía sufren, que se cuestionan, que no pueden cerrar el duelo", recalca.

La serie recopila decenas de casos aparecidos en el informe Rettig, que documentó entre 1990 y 1991 decenas de miles de denuncias de violaciones de derechos humanos, además de archivos judiciales y testimonios de parientes, amigos y testigos.

"Pretendimos entregar la mayor verosimilitud posible, para que esta obra se convierta en una herramienta que permita encontrar la verdad y romper los pactos de silencio en pos de la justicia", dice Caffiero.

Para ello, asegura que su idea fue llevada a cabo "con pinzas", de modo que la elección de las historias, los temas a tratar y la interpretación de los actores, todos reconocidos a nivel local e internacional, "transmitieran una identidad al espectador" y no se transformara "sólo en un anecdotario más" de la dictadura.

En este marco, un equipo de más de 200 personas trabajó durante ocho meses en la revisión de testimonios, los que fueron contrastados con las versiones de los propios victimarios, lo que provocó "un shock emocional muy fuerte para todos", recuerda Caffiero.

La filmación, en tanto, se realizó en centros de detención y tortura reales, como Londres 38 en el centro de Santiago, que funciona ahora como sitio de memoria, con el fin de "calar aún más hondo" entre quienes vean la serie.

Caffiero declara que gran parte de los torturadores, cuyos nombres fueron "censurados" por la señal emisora Canal 13 Cable, "ahora piden clemencia" desde Punta Peuco, una cárcel especial para violadores de derechos humanos ubicada a las afueras de Santiago, lo que para él representa "una farsa".

Actualmente, son alrededor de 130 los agentes de la dictadura condenados por crímenes de lesa humanidad en Punta Peuco, una prisión que la presidenta Michelle Bachelet prometió cerrar antes de terminar su mandato, en marzo próximo.

Uno de los casos emblemáticos que desarrolla la serie, financiada por el Consejo Nacional de Televisión, es el del sacerdote español Antonio Llidó, cuya detención y desaparición el 1 de octubre de 1974, a sus 38 años, fue determinante en el arresto de Augusto Pinochet en Londres, por orden del juez español Baltasar Garzón, recién en 1998.

Según cifras oficiales, 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado durante la dictadura, de los que 1.192 aún figuran como detenidos desaparecidos. 

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