El diario plural del Zulia

Rafael Rincón González, el hombre del legado inmortal

Sus composiciones son un reflejo de la Maracaibo de ayer. Víctor Hugo Márquez y Tino Rodríguez (hijo) recuerdan sus aportes, sus vivencias y su música en estas líneas que lo honran

Sus memorias amorosas sobre su ciudad natal las convirtió en canciones. Los recuerdos de su infancia se volvieron universales gracias a sus letras, piezas inmortales como su legado. Rafael Rincón González dejó plasmada la esencia de la Maracaibo de ayer a través de su inspiración, y hoy, cuando estaría cumpliendo 95 años, Versión Final le rinde un merecido homenaje.

Trabajó como auxiliar de farmacia y sastre, según registra su biografía. Pero fue la música la que realmente envolvió su corazón, como lo cuenta Tino Rodríguez hijo, quien lo acompañó como músico durante años.

El hijo del recordado don Tino Rodríguez pudo, gracias a la fraternal amistad entre ambos artistas, constatar el cariño de Rincón por la música.

“Creo que él dejó plasmado su amor en sus letras. Fue un hombre que tuvo la majestuosidad de hacer que el Zulia reivindicara su historia. Uno escucha sus canciones y son realmente la historia viva de la región, en especial de Maracaibo”.

Dice que el saladillero se enfrentó a muchos cambios en la música y a muchos géneros, que de cierta manera amenazaron a los ritmos zulianos, pero luchó porque la danza, el vals y otras piezas de origen regional se mantuvieran vivas.

Entrañable amistad

Víctor Hugo Márquez recuerda que conoció al autor de Pregones zulianos en 1972, cuando en una reunión familiar, Rincón lo escuchó cantar.

“Me dijo que le gustaba mi música, y yo no lo podía creer. Desde entonces, iniciamos una bonita amistad que duró 40 años. Recuerdo que antes de conocerlo yo ya cantaba sus canciones y una vez que fuimos amigos colaborábamos uno con el otro. Yo siempre estaba pendiente de su cumpleaños, igual que él de el mío. Fue un gran amigo”.

Rafael Rincón González partió el 15 de enero de 2012. Era domingo en la mañana y el día anterior, el cantante se había reunido con todos sus hijos. Compartieron anécdotas y recordaron buenos momentos, sin saber que esa era su despedida. El artista murió a los 89 años en su casa, en Maracaibo, y sus restos reposan en el Cementerio Jardines La Chinita. En su haber tiene unas 600 canciones compuestas entre las que están Maracaibo florido y Lago de Maracaibo. Su cuerpo ya no está aquí, pero su legado se mantiene inmortal.

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