El diario plural del Zulia

Muere a los 77 años el escritor estadounidense Paul Auster

El dramaturgo dio a conocer su última novela, Baumgartner, un libro de apenas 200 páginas que condensa gran parte de su narrativa. Autor de una treintena de libros entre poesía, ensayo, guiones de cine y libros de memorias, en enero del año pasado también publicó Un país bañado en sangre. Algunos de las principales temas que abordó durante su ilustre carrera están la preocupación por el azar; el peso de los recuerdos

El reconocido escritor estadounidense Paul Auster murió a los 77 años, tras complicaciones derivadas de un cáncer de pulmón. Se trata del aclamado novelista autor de una prolífica obra en la que destacan la Trilogía de Nueva York, La invención de la soledad o Ciudad de cristal. Auster falleció en su casa ubicada en Brooklyn, Nueva York. La noticia de su fallecimiento fue confirmada por una amiga cercana, Jacki Lyden, según informó The New York Times.

En noviembre, mientras el autor de El palacio de la luna todavía transitaba su tratamiento contra el cáncer, Auster dio a conocer su última novela, Baumgartner, un libro de apenas 200 páginas que condensa gran parte de su narrativa para contar la vida de un catedrático emérito de Filosofía de la Universidad de Princeton que, en algunos tramos, se presenta como el alter ego del autor y que llegará a la Argentina en mayo de este año.

Autor de una treintena de libros entre poesía, ensayo, guiones de cine y libros de memorias, en enero del año pasado también publicó Un país bañado en sangre, un libro en el que el dispositivo narrativo está puesto al servicio de abordar uno de los fenómenos fundamentales de la sociedad norteamericana contemporánea: la cultura tanática alrededor de las pistolas y los rifles que comparten sus compatriotas.

“Uno de los escritores más inventivos y espectaculares de Estados Unidos” , así fue descrito Auster por Times Literary Supplement de Gran Bretaña. Algunos de las principales temas que abordó durante su ilustre carrera están la preocupación por el azar; el peso de los recuerdos, al mismo tiempo salvadores y terribles; el deseo; el amor; la pérdida y la relación con el cuerpo, con lo físico, con las cosas.

Como en general sus personajes envejecen con él (los libros pasaron de ser sobre los hijos a llenarse de padres y de ancianos), aquello último, el choque con lo material y lo biológico, se vuelve cada vez más importante, publicó El Universal.

En su última novela Baumgartner, el protagonista es un profesor de filosofía de más de setenta años que llora la pérdida de su mujer, muerta una década antes en un accidente absurdo. El comienzo y, en parte, el final se parecen a una de esas comedias del cine mudo en las que el personaje recibe un golpe tras otro: en una seguidilla de accidentes, se quema con una olla caliente, se enreda varias veces con lo que hace, lo interrumpe el hombre que viene a leer el medidor y finalmente se cae por una escalera resbaladiza hacia el sótano. Es una escena de un humor feroz que parece concentrar el tiempo.

En medio del proceso de escritura de la mencionada novela, es que se dio a conocer la noticia de la enfermedad que atravesaba el novelista ganador de diferentes premios alrededor de todo el mundo. La misma causó una gran conmoción en sus seguidores y lectores.

“Cancerland”. Así denominó Siri Husdvedt, la esposa del escritor, a la larga temporada que pasó en quimioterapia Auster acompañado de su familia y seres cercanos.

A pesar de la crueldad que subyace en Baumgartner, el reencuentro de Auster con sus temas y obsesiones tiene en el fondo un tono alegre: el de quien cree que la esperanza siempre es posible, que siempre podemos volver a empezar. Por eso, las últimas palabras del libro no lo cierran; al contrario, lo que hacen es abrir un nuevo comienzo, “el último capítulo de la vida de S. T. Baumgartner”.

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