El diario plural del Zulia

Los títeres tristes del Chímpete Chámpata

El pasado fin de semana robaron cuatro computadoras, un aire acondicionado e importantes equipos en la sede del lugar. La falta de alumbrado y de seguridad en los espacios lo hacen blanco fácil de la delincuencia

Ningún niño juega ya en los columpios del Chímpete Chámpata. Los espacios de recreación de la sede del teatro de títeres perteneciente a la Dirección de Cultura de La Universidad del Zulia carecen del mantenimiento y de la inversión necesaria para que, como antes, los pequeños disfruten del lugar. Sumado a eso, un reciente robo en las instalaciones dificulta más el funcionamiento de la institución.

La madrugada del pasado viernes 23 de marzo, media docena de delincuentes ingresaron al lugar y robaron una importante cantidad de equipos. María Teresa Hernández, sub directora, informó que los hampones entraron por la parte posterior, cortaron la protección del aire acondicionado y entraron a las oficinas.

Entre las pertenencias que robaron están cuatro computadoras, un equipo video beam, un aire acondicionado, ocho micrófonos, dos parales, dos plantas de sonido, un microondas, dos DVD´s, una impresora multifuncional, dos cornetas, cinco títeres y material de oficina.

Esto nos afecta muchísimo. Después de esto no vamos a poder desarrollar muchas de las actividades que teníamos programadas puesto que muchas de esas cosas las utilizábamos en nuestras visitas a las comunidades.  Tampoco podremos trabajar dentro de las oficinas por la falta de computadoras y del aire acondicionado.

Para la representante, que se inició en el cargo en enero pasado, la inseguridad es una situación lamentable y difícil de lidiar. “Ya teníamos limitantes con la falta de acondicionamiento en los espacios externos y ahora la situación empeora con la pérdida de estos materiales. Nos entristece bastante esta situación”.

Unas 13 personas trabajan en la sede que está bajo la dirección del profesor Luis Gómez, entre ellos Gabriel Solís, quien lleva 23 años como titiritero. Para el artista la situación es un golpe fuerte.

Me duele porque esta institución representa un factor importante para la cultura, no solo en Maracaibo, sino en todo el país. Recuperar esto va a ser difícil, pero hay que ser optimistas porque siempre hay una luz al final del túnel.

Desde hace unos años el Chímpete Chámpata dejó de recibir visitas de colegios y de celebrar cumpleaños puesto que las instalaciones no están aptas para recibir a los pequeños.

Los baños para niños no están habilitados y en las afueras la falta de mantenimiento es evidente. Jardines descuidados y una fachada deteriorada, dan la bienvenida al lugar en el que funciona el teatro de títeres que lleva 49 años regalando historias y sonrisas a los niños marabinos.

 Estamos funcionando sobretodo de manera itinerante, con visita a escuelas y comunidades. Necesitamos acondicionar los espacios para poder recibir de nuevo a los niños aquí, comenta Hernández.

Pintura para los columpios y la fachada, una bomba de agua, 60 metros de manguera, el acondicionamiento de los baños, sistema eléctrico y de iluminación en los exteriores son parte de las necesidades de la fábrica de sueños que representa el teatro, y sobretodo los títeres que hoy lucen tristes en el Chímpete Chámpata.

Hernández espera que se puedan concretar convenios y aportes por parte de instituciones públicas y privadas que deseen colaborar con el funcionamiento de la escuela. “El presupuesto que la Dirección de Cultura maneja es realmente mínimo y no cubre todas las necesidades que tenemos”.

 

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