El diario plural del Zulia

Javier Bertel llega a su última morada

En la mañana se ofreció una misa en la Basílica. Más tarde fue sepultado entre el llanto de sus seres queridos

El querido humorista Javier Bertel se despidió ayer de este plano. Los restos del artista, que murió el pasado jueves, fueron sepultados a la 1:00 de la tarde en el Cementerio Jardines La Chinita, donde familiares y amigos lo despidieron entre lágrimas y abrazos.

Luego de culminar el servicio velatorio en la Funeraria San José, el féretro fue trasladado a la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá, donde fue ofrecida una emotiva misa por el descanso de su alma. Allí, una docena de Servidores de María le hicieron guardia de honor, mientras el párroco Adward Andrade recordó las características humanas que hicieron de Bertel, una “leyenda del humor”. “Se fue dejando buenos recuerdos”, dijo el presbítero.

“El mejor”

Su hija menor, Xaviela Bertel, leyó unas emotivas palabras, y con una sonrisa expresó, “mi padre es lo máximo”.

Ana Azuaje no lo conoció en persona, pero siguió su programa de radio y televisión, y por eso la mujer de 58 años decidió llegar al templo a despedir al artista. “Tenía una chispa única. Gocé con sus chistes. Es un ícono del Zulia”. Los Servidores de María sacaron en hombros el ataúd, mientras varios gaiteros y amigos entonaban el tema Canto a la vida, de Gran Coquivacoa.

A fuera, en medio del sol marabino, los asistentes aplaudieron y entonaron como despedida el jingle de su programa: “Javier echame uno, Javier echame otro, un chistecito, pa´reírme un poco”.

Sus restos fueron llevados en caravana al cementerio sureño. El llanto inconsolable de su viuda, Naylee Semprúm, acompañó la suave melodía con la que su cuerpo era llevado a la tumba. El cielo se nubló por un instante y una suave brisa se sintió en el lugar que desde ayer es su última morada.

“Sentimos un profundo dolor, pero es increíble la cantidad de expresiones de amor que hemos recibido. Mi papá era una anécdota viviente, fue único”, dijo su hijo Javier Bertel Junior.

León Magno Montiel lamentó la partida de quien fue su amigo durante 32 años. “Su misión era hacer sentir bien a la gente. Hoy se pierde un gran valor”. Bertel falleció producto de un paro cardíaco que sufrió como consecuencia del Guillain Barré, que lo mantuvo internado en el Hospital General del Sur durante 40 días.

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