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El cine comprometido de Guédiguian no sorprende en la Mostra

El francés Robert Guédiguian lleva treinta años volcando su compromiso político en el cine y el último ejemplo es "La villa", una historia familiar con la inmigración de fondo con la que compite en la Mostra y que es una película sólida pero que no ha sorprendido en Venecia.

"Creo que estamos en una época con tendencia a rechazar o a considerar como obsoletas una serie de ideas y de concepción de ideas. Todo lo que hizo el movimiento obrero en el siglo XX lo consideramos como algo desfasado y creemos que hoy las cosas solo funcionan de forma individual", explicó el realizador en rueda de prensa.

Junto a él, el grupo de actores que le acompaña desde el comienzo de su carrera: Ariane Ascaride, Jean-Pierre Darroussin, Gérard Meylan y Jacques Boudet, a quienes se unen en esta película intérpretes más jóvenes como Anaïs Demoustier, Yann Trégouët o Robinson Stévenin.

La premisa es sencilla. Un anciano (Boudet) queda paralizado tras un infarto. Sus tres hijos (Ascaride, Darrousin y Meylan) se reúnen en su casa, en un diminuto pueblo de la costa francesa que el patriarca se ha negado siempre a abandonar como una forma de rebelión contra la globalización.

La recuperación de las relaciones entre los miembros de esta familia, los pequeños o grandes dramas que cada uno de ellos arrastra y la llegada de unos soldados que buscan a inmigrantes que han naufragado en el mar son los temas que explora Guédiguian.

"Actualmente rechazamos todo lo colectivo", lamentó el realizador de películas como "Marius et Jeannette" (1997) o "Las nieves del Kilimanjaro" (2011).

En su opinión el problema es que hay que renovar ideas de la izquierda que fueron válidas pero que no se han adaptado a la realidad actual. "Si las fuerzas que se oponen a estas ideas son las que ganan hoy día es por que no hemos hecho los esfuerzos necesarios para una renovación intelectual", dijo.

"Hay propuestas alternativas que no son (Emmanuel) Macron o (Matteo) Renzi y que existen de forma dispersa (...) Hay que reconsiderar una lucha indispensable para no dejarse abandonar al mundo que nos proponen y que a mí no me gusta porque deja de lado al cincuenta por ciento de la población mundial", explicó.

"Es impensable no acoger toda la miseria del mundo", dijo el cineasta parafraseando al sociólogo Pierre Bourdieu. "Occidente va a morir en su riqueza", agregó.

Unas ideas sociales y políticas que comparte esa "troupe" que ha formado con Ascaride -su mujer-, Darrousin, Meylan y Boudet y que son el centro de las historias de las películas que hacen juntos.

"Estoy muy orgullosa de esta relación y de esta aventura de vida, porque no es solo cine", señaló Ascaride. 

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