Alí Ochoa, el músico zuliano que deslumbró al Carnegie Hall con su pieza sobre la migración

Estar sobre el escenario del Carnegie Hall, en Nueva York, y cautivar a su multicultural público, es un sueño para todo músico. La histórica sala de conciertos más famosa de la ciudad estadounidense ha acogido las interpretaciones de majestuosos artistas como Beethoven, Elton John, Frank Sinatra y Luciano Pavarotti.

Este año, se sumó a la brillante lista el espectáculo de Alí Ochoa, un compositor y productor musical marabino que está haciendo historia en el mundo. El mítico espacio se deslumbró el pasado 15 de abril con la pieza “Dark South”, una obra de su propia inspiración.

El joven, de 35 años y que actualmente reside en Miami, se muestra orgulloso de enaltecer el nombre de Venezuela y de su natal Maracaibo en la sala artística de Manhattan. “El momento fue hermoso, muy por encima de lo que me imaginaba”, expresa Alí en conversación con Versión Final.

Recuerda que fue el único artista que tocó una pieza original en la velada. Durante ocho minutos, el público pudo sentir a Venezuela, transmitida con armoniosas notas de piano, a través de uno de los pocos exponentes de este tipo de música en suelo criollo.

El talentoso músico cuenta que la canción, llamada “Sur Oscuro” en español, está inspirada en la migración venezolana. La escribió en 2019 para participar en el concurso internacional de compositores “The American Protégé”, donde resultó ganador.

“Esta canción se va construyendo desde la oscuridad y la soledad hasta llegar a algo bastante lindo y brilloso. La inspiración total fue migrar a EE. UU. No es una historia personal, pues también me inspiré en historias de otras personas que pasaron por lo mismo, que vivieron situaciones distintas”, explica.

Nervios y emoción

Define su interpretación en el Carnegie Hall como uno de los mayores logros de su destacada trayectoria, al igual que obtener su Maestría en Música “Composición de Estudio”, en el Purchase College de Nueva York, en 2018.

“Esa noche del concierto estaba muy emocionado pero tenía muchos nervios”, recuerda. La experiencia fue muy distinta a las que ya había vivido anteriormente por una característica particular: era un piano totalmente acústico.

“No estoy acostumbrado a tocar en ese contexto porque fue un piano que no estuvo microfoneado, lo que amerita que la gente esté más callada. La sala está acustizada para ese tipo de eventos íntimos. (…) Esta es la descripción no romántica de tocar allí”, dice entre risas.

Pero recalca que fue una vivencia “maravillosa”, sobre todo por lo que significa que un venezolano pueda contar sus historias en el mundo con su música.

Alí se encuentra entre los exponentes más reconocidos de Venezuela en materia musical y ha trabajado en importantes proyectos. Es conocido por sus composiciones cinematográficas y de música clásica, pero también ha escrito letras que han llegado al puesto número 1 en el país, como es el caso del tema “Soy Latino”, interpretado por Los Adolescentes.

Aunque estas cualidades lo hacen un artista versátil, pues abarca desde música pop y latina hasta bandas sonoras de películas, el marabino asegura que sus géneros preferidos son el contemporáneo y el cinematográfico.

“Es difícil elegir entre un género u otro pero la música contemporánea y cinematográfica son mis preferidas porque une lo clásico y lo acústico con lo electrónico y lo atrevido”, menciona.

“Contar historias de una forma distinta”

Rememora que se graduó de arquitecto en La Universidad del Zulia (LUZ) pero desde pequeño supo que la música abarcaría toda su vida. Comenzó en el mundo artístico con la gaita, género tradicional de la tierra que lo vio nacer.

Desde los 3 años tocaba tambora; más tarde aprendió a tocar cuatro. “Toda mi vida fui músico. Pero no fue sino hasta la universidad que empecé a tocar con muchos artistas y grupos y fue cuando me di cuenta de que la música era más palpable que un sueño de adolescente”, refiere.

Ya de adulto, estudió con el maestro del jazz venezolano, el gran Gerry Weil, quien ha formado a intérpretes de la talla de Jorge Luis Chacín y Huascar Barradas. Años más tarde logró realizar su postgrado en Nueva York.

El talento es dedicación, estudio, pasión y creatividad, cuatro principios que Alí tiene muy bien definidos. Su norte es abrir un espacio para contar historias de una forma distinta.

Se ha caracterizado por trabajar y desarrollarse en el ámbito instrumental y clásico, donde Venezuela aún no había tenido una figura de compositor de piezas.

“Lo que quiero con mi música es inspirar a mis colegas, que quizá solo ven un enfoque, en la música popular o la latina, que pueden contar sus historias a través de música instrumental o a través de música que no estamos acostumbrados pero que sí existe”, sostiene.

“Diary of a Composer”

Su pieza “Dark South” forma parte del álbum “Diary of a Composer” (Diario de un compositor), un disco que compuso durante la pandemia por Covid-19 y que refleja la música que más le gusta, la de cine, pero que no necesariamente tiene que ser clásica.

“Todo es instrumental, dirigido al cine. Consta de ocho piezas y su concepto es que cada canción es una historia, una pequeña película, donde la canción es como el soundtrack de esa película”, indica.

Temas como “Butterfly”, “Hannah” y “Tempo” son soundtracks por sí solos, donde con solo escucharlos evocan los distintos mundos y personajes que Alí crea en su mente y los lleva a la realidad con su música.

Planea empezar a componer otro disco, esta vez entre piano solo y muchas cosas electrónicas, aún más contemporáneas. “Mi idea es dirigirme un poco al mercado innovador y compositor de Nueva York”, argumenta.

En paralelo, está trabajando en el disco de Los Adolescentes como compositor principal y ofrece su talento también a artistas independientes de República Dominicana, Cuba y México.

Como venezolano, y especialmente marabino, ciudad con el mayor éxodo de todo el país, aconseja a sus compatriotas a “nunca desistir y mantenerse enfocados”.

“Suena muy cliché pero es cierto. Lo importante es enfocarse bien en lo que uno quiere e ir contra viento y marea con eso, sin titubear. Uno se convierte en una pequeña parte del país fuera de Venezuela”, opina.