El diario plural del Zulia

La literatura, vacuna contra la realidad

La expresión escrita de los autores venezolanos en general, y zulianos en particular, fue el tema de discusión en un conversatorio convocado por Tinta Libre. La literatura más allá del libro: su proceso de creación, edición, promoción, distribución e investigación. En medio de las obras expuestas en las salas 5 y 6 del Centro de Artes de Maracaibo Lía Bermúdez (CAMLB), los siete invitados aportaron sus visiones y experiencias en el ámbito literario: la importancia de ser lector antes de escritor, la fragilidad del mundo editorial venezolano, las diferencias y puntos en común entre poetas y narradores, el compromiso del escritor, el temple de los promotores culturales y colectivos literarios y las nuevas tendencias en formas y temas fueron los puntos que estuvieron sobre la mesa en una tertulia de casi dos horas.

 

Norberto José Olivar

Escritor. Licenciado en Historia. Profesor de la Universidad del Zulia (LUZ). Su novela Un vampiro en Maracaibo obtuvo el Premio de la Crítica a la novela 2008 y Premio Municipal de Novela 2010, y Cadáver exquisito fue finalista del Premio Rómulo Gallegos 2011

 

«El compromiso del escritor es un tema complicadísimo. No hay que confundir el compromiso del escritor con el del ciudadano. Yo, como ciudadano, puedo coger un fusil e irme a pelear contra el Gobierno, o irme a la marcha. Pero el escritor tiene otro nivel de compromiso. Es decir, los gritos que yo puedo dar un en una marcha, los gritos que doy en Miraflores, no los puedo dar en una novela.

Hay que tener cuidado en la efectividad, en el ejercicio de ese compromiso, porque quizá ir a dar gritos frente a Miraflores me sirva de desahogo, pero ¿va a tumbar al Gobierno realmente eso? En cambio el trabajo que puedes hacer como escritor puede ser mucho más productivo, aparentemente invisible y con aliento mucho más largo.

Yo acabo de terminar una novela sobre Rafael Urdaneta. En ese libro tú jamás vas a leer allí que hay una marcha o una protesta, pero el discurso de esa época visto desde hoy, ver a sus personajes desde hoy, desde esto que nos está pasando, nos da una respuesta de lo que nos está pasando; identificar esos genes es necesario porque si yo logro identificar, los logro colocar en una novela, en una novela que pueda ser leída, que pueda ser digerida y disfrutada por los jóvenes, sobre todo, ellos pudieran recibir esa vacuna que necesitan para no ser seducidos de nuevo en una situación política como la actual.

Entonces yo no he ido a las últimas marchas porque he estado escribiendo esa vacuna que es una novela.
Creo que ese es el compromiso real de un escritor».

 

Milton Quero

Escritor. Profesor de la Facultad Experimental de Arte (FEDA) de LUZ. Autor de una novela (Corrector de estilo), de un libro de cuentos (Hechos de habla), y de dos poemarios (Actos lingüísticos y Geografía urbana)

 

«Como escritor en Venezuela, uno siempre tiene la duda de lo que estás haciendo. Cada proyecto que uno inicia se comienza virgen, no hay una receta. Pienso que eso tiene que ver con la fragilidad del mundo editorial porque no es seguro. Tú dices 'ya logré una novela, ahora me van a llamar'. Y no es así. Siempre estás empezando y eso te hace nuevamente dudar, volver a comenzar y volver a competir. Volverse a probar.

Otro problema es la promoción, las editoriales también tiene que hacer la promoción de la obra y en eso han fallado. También es cierto que muchas editoriales se han ido, y han nacido otras editoriales alternativas, y nacen las páginas electrónicas donde los escritores se promocionan, las cuentas en Twitter, donde los escritores se promocionan. Por cierto, una de las características del escritor venezolano actual es la autopromoción, eso no existía en los años 70 u 80. El escritor venezolano actual rompió con el temor de autopromocionarse. Y esto se hace porque hay una carencia.

Una plataforma importante eran las ferias del libro, como la Filven. Pero a medida que el clima político se fue poniendo tan radical entonces esas ferias se pusieron radicales. Igual el Premio Rómulo Gallegos, llegó un momento en que había que premiar a un políticamente correcto, que fuera más o menos de la izquierda, de lo que ellos están promocionando, porque eso les servía de insumo a su proyecto. Estamos así y eso no debería ser porque la literatura es una, la palabra es una y el amor por la palabra es uno, y se crea esta especie de división cultural terrible que no le hace bien a la literatura».

 

Alicia Montero

Licenciada en Letras. Magíster en Literatura venezolana. Profesora de Literatura infantil en la Escuela de Letras de LUZ. Investigadora y ensayista

 

«Hay una tendencia actual en la literatura venezolana al tema migratorio. Pero, además, con la situación de Europa, la literatura de la migración es una tendencia mundial. Y es un tema que no se ha reflejado solo en la literatura ‘para adultos’, sino que está en la escrita para niños y adolescentes.

Todo este movimiento migratorio, la asimilación a nuevas culturas, la adopción de nuevos idiomas, la resistencia –en el sentido de cómo mantener el legado cultural en otra tierra–, el irse y a la vez reconocerse y mantenerse como bastión cultural, o sea como refugiados culturales, no ya solo como un ente político, se está viendo a nivel mundial.

Entonces las editoriales están buscando publicar sobre esos temas porque las escuelas en muchos países están viviendo esa situación de poblaciones multiculturales por lo que necesitan libros que les ayuden a tratar esos temas en el salón de clases.

Esto traerá como consecuencia que en algún momento las editoriales le pidan a los escritores libros sobre estos temas, que se trate esta situación con los estudiantes, sin hablar del tema, sino que se lea sobre él.
Desde el arte se construye ciudadanía. Desde la niñez, incluso desde la primera infancia. Desde las canciones de cuna que escogemos para nuestros hijos, hasta los libros que les leemos y la biblioteca familiar que creamos en la casa; desde cómo decidimos pasar los domingos, de qué conversamos cuando nos sentamos a la mesa, hasta cómo decidimos reaccionar ante la realidad que nos golpea».

 

Eduardo D'Attellis

Artista plástico. Egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas Julio Árraga. Poeta. Promotor cultural. Fotógrafo, diseñador gráfico e industrial. Miembro de Bitácora de Fuego Grupo y Literario y del colectivo Stand up Maracaibo.

 

«En el ejercicio de la promoción cultural se debe buscar referentes tanto nacionales como internacionales de desarrollar, porque es posible un ecosistema cultural que sea sostenible en todas sus dimensiones: en lo social, en lo económico e, incluso, hasta lo ecológico. Todos compartimos lo difícil que es este ejercicio pero siempre con la esperanza de que se puede y que si no se ha hecho mejor, porque podemos demostrar que se puede y que sirva de esperanza para los demás.

La cultura libre es un modelo de negocios que encaja perfectamente como alternativa para nuestro desarrollo cultural, de reestructuración, visión. Creo que hay una visión distorsionada del ejercicio político, y me refiero a la política en general, no a las circunstancias actuales, sino en el hecho de un desfase en nuestra historia, sobre todo en el hecho de la realidad de la ciudad, de pasar a ser la plataforma cultural de América Latina a la condición que vivimos actualmente en la que desconoce de los creadores. Se quiere generar y retomar instrumentos orientados a socializar las creaciones de nuestros contemporáneos, y también desde el punto de vista histórico, se trabaja desde de la investigación, pero socializar de una forma más dinámica, quizá esa forma de escuela, lamentablemente concluye que hemos fallado, buscar otros instrumentos. Revisar alguna prácticas donde algunos otros fenómenos de contenido más pobres han logrado masificarse, buscar eso como estrategia para nosotros poder; hay un proceso de apropiación social de la literatura».

 

Luis Perozo Cervantes

Poeta y ensayista. Presidente-fundador de la Asociación Civil Movimiento Poético de Maracaibo y coordinador del Festival de Poesía de Maracaibo. Ejerce como jefe programación de la Dirección de Cultura del municipio Maracaibo y editor jefe de Ediciones del Movimiento.

 

«Como promotor cultural la lucha ha sido por que la institucionalidad piense en favor de todos nosotros, Así sea un grito algunas veces ahogado, porque pensamos que no significa mucho, pero sí significa. Creo que es una ceremonia, es una lucha por que lo institucional reconozca las labores de nuestros escritores. Lo importante es hacer las cosas. Sin importar si hay poca o mucha gente. Hay que hacerlo. Eso lo convierte en un oficio, no en profesión, no en trabajo, no en un mientras tanto, es un oficio.

En nuestra ciudad es más fácil ser poeta que ser novelista porque el poeta necesita menos cosas, en el sentido del aparataje externo. Pero evidentemente las cosas complementarias al oficio son fallidas en casi toda Latinoamérica, y aún más en Venezuela. La situación de los poetas venezolanos no es diferente a la del resto de Latinoamérica, la diferencia es que aquí compartimos esa suerte con los médicos, los abogados y todos los demás profesiones.

El poeta quizá no es un escritor. El poeta es un modus vivendi. El poeta no tiene que vivir de la poesía para ser poeta. No necesariamente tiene que recibir un centavo por alguno de los libros que haya escrito. Y algunos piensan que no tiene que haber escrito un libro para ser poeta. Entonces es complicado. Porque el oficio del poeta es vivir poéticamente, es poetizar la realidad, buscar el otro color a las cosas. Es aleccionar en algún momento o simplemente entender el mundo de una manera que está cerrada para muchísimas otras personas, entonces es como una cofradía. Estamos acostumbrados los poetas a no llegar a los grandes públicos. Es complejo lo del oficio».

Luis Eduardo Barraza

Escritor venezolano. Estudia Letras en la Universidad del Zulia (LUZ). Ganador del concurso La Grapa Literaria (2010) mención Poesía (Escuela de Letras y Dirección de Cultura de LUZ) y del Premio de Poesía Lugar Común (2016)

 

«Sentirse escritor es complejo. Poetas son César Vallejo, Juan Sánchez Peláez. Uno hace intentos. Otra cosa que atenta contra esa sensación en el mundo editorial es la falta de lectores, es uno de los problemas. Es por ejemplo el caso de Jairo Rojas Rojas, hay libros de él que han salido con un tiraje de mil ejemplares, y todavía no se compran y cuestan 50 bolívares y no se agotan los tirajes. Entonces, ¿hay menos de mil lectores?

En cuanto a los temas que se tocan en la poesía, la escritura responde primero a una necesidad. En mi caso es una necesidad del ser. En cuestiones políticas obviamente tengo una posición, pero como ciudadano. En la escritura no es mi necesidad hablar o tocar temas políticos. En cuanto a la forma, estoy viendo mucha tendencia en la poesía de incluir aspectos narrativos, no solo aquí en Venezuela sino en Latinoamérica. Hay un argentino de apellido Cortiña que ganó el Casa de las Américas con un libro que se llama Pujato, que es casi una crónica. Es también el caso de Jairo Rojas Rojas, de Luis Moreno Villamediana, y muchos otros. Intento hacer eso en mi poesía. Y que un poemario sea tratado como una totalidad, no como poemas aislados».

Édgar Sánchez

Poeta y editor. Licenciado en Educación, mención Lenguaje y Literatura. Encargado del Sistema Nacional de Imprentas Literarias - Capítulo Zulia de la Fundación Editorial El Perro y la Rana-.

«Debido a que publicar un libro es caro, aquí y en cualquier parte del mundo y, a pesar de las dificultades, mucha gente busca las editoriales públicas. Otra opción a la que la gente recurre es al internet. Los blogs siempre son una forma de promoción, y una tendencia en boga entre los más jóvenes son los you tubers. Hay muchas tendencias y formas. Cada autor va madurando según la comunicación que vaya buscando y que haya logrado, y así se va formando, cada publicación lo forma como profesional y conceptualmente.

Las obras se logran masificar cuando el escritor o autor ha conseguido una fórmula. Hay poetas que escriben para poetas y poetas que escriben para todo el mundo. No es que uno es más poeta que el otro. Es que son diferentes fórmulas de llegar a otro objetivo.

Como escritor es difícil alcanzar el límite de decir ‘soy el escritor’, porque el escritor es un artista, y el arte no es como la ciencia, que dos más dos son cuatro. En el arte, dos más dos puede ser cualquier cosa.

Socialmente, el artista tiene que ser protestante, tiene que ir contra las tendencias, tiene que estar con el pueblo, con la realidad».

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El presente reportaje pertenece a la novena edición de la revista cultural Tinta Libre, publicada el 28 de octubre de 2016.

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