El diario plural del Zulia

Hilando versos para la «China»

Bitácora de Fuego Grupo Literario es una organización sin fines de lucro, creada con el propósito de estudiar, promocionar, fomentar y difundir la poesía y demás géneros literarios, activando programas culturales

El proceso de hacer un poema en colectivo es como armar un rompecabezas. «Hilar», lo llaman las seis integrantes de Bitácora de Fuego, grupo literario. Ellas tienen voces muy diferentes. Lo reconocen: Emérita Mercado, «Manona», por ejemplo, es más paisajista, muy clara; en cambio Kharim Socorro es todo lo contrario, en sus versos siempre hay oscuridad, muerte, sangre. Prefieren el trabajo en conjunto, aunque sus voces sean tan distantes.

 

 

 

—¿Pueden lograr unirlas en un solo poema?

—Sí, claro. El proceso de hilar es una construcción. Esa es la parte que más nos gusta— afirma Karem Criollo.

En la primera sesión deciden que la creación sería un poema, aunque coquetearon con la idea de la narración. «Somos poetas y nos vamos a la poesía», sentencia Mariela López. La tarea para el segundo encuentro es traer unos cuantos versos cada una que respondan a la convocatoria que les ha hecho Tinta libre: una creación en colectivo sobre la Virgen de Chiquinquirá.

 

—Pero nada de lugares comunes, hay que ofrecer otras visiones de la «Chinita». No solo lo religioso, sino lo cultural— con esta premisa de Kharim Socorro se pauta la segunda sesión, para la semana siguiente.

En la siguiente reunión cada una lee los versos que ha escrito. Es un primer bosquejo, advierten, hay que dejarlos reposar.

 

 

—El proceso creativo es voltear, reescribir, tachar, borrar y unir— describe Criollo.

Luego de la lectura inicial, empieza la discusión para encontrar puntos de encuentro. López sugiere que sus versos vayan después de los de Socorro. Los egos no tienen espacio en este proceso creador. Coinciden elementos: «hilos», «fe», «entrelazar»; además, las dos se declaran «no creyentes»: miran el ritual desde afuera.

Nicauly Morales trabaja desde el recuerdo y las sensaciones, los patines son el elemento predominante. María Teresa Martínez, «Tessa Mártinz», y «Manona» oyen y se preparan para ofrecer sus versos. En la próxima sesión estarán más cerca del resultado final. También llega un momento de «revolver», dicen. Hay que leer y releer para encontrar los hilos.

 

 

 

La etapa final es buscar acuerdos, consensos; evalúan las palabras repetidas, buscan sinónimos, coinciden en depurarlo de posesivos. En un contrapunteo de voces y versos leídos y releídos determinan también el ritmo final, agregando y suprimiendo puntos y comas. Cada elemento cuenta, y cada detalle es una decisión grupal. Es un proceso de carpintería. El resultado final lo titulan Virgen tallada a seis manos.

 

Virgen tallada a seis manos

Tu rostro se hizo líneas de oro y fe
de caoba ardiente
madera fina
semblante y corona
traspasan las almas de los que creen.

Surcando el Lago
encallaste en puerto de otrora
te meces en luna por horas, minutos, días, vidas y sueños
cobijo desnudo de un corazón entrelazado
lugar donde nace la fe
hilo tejido de una tradición.

Soles encendidos
en la entraña de un pueblo,
auguran a ciegas

la frente laureada de una Reina.

la escucha de nuestros albores peregrinos
oratoria Divina posada en tu regazo
loa fiel de tres,
sobrevive un amor ferviente
en la multitud que te aclama.

Línea de sangre
une manos y plegarias
manto sagrado
reposa en aguas
que esperan medallas susurrantes.
Cantos de aurora
llevan luz a quienes hincados
miran tu rostro.

Enmudecidas calles
sienten pisadas
es la hora,
lágrimas recorren mejillas sonrosadas
uniéndose en boca
que grita alabanzas.

Las palabras a coro renacen antiguas
no queda un solo espacio en la ciudad,
viajan plegarias multicolores inundadas de promesas.

Noviembre
celebra tu llegada,
rayos aguamarina al vaivén de las olas
te retratan
navegante Dama del Saladillo.

Cada dieciocho
con himnos
siguen tu ruta
luz de horizonte
faro de ilusiones
recorriendo tus calles
en canticos Marianos
agradecen lluvia de oblación.

Madre de Maracaibo
procesión de esperanza,
ríos de flores adornan caminos
mientras te vuelves Milagros
y al descalzo cargas en brazos.

Senda de lauro
respiro,
contemplación,
rogatoria de ave rasante,
Altar mayor
oráculo intrincado
el niño en tu regazo
insignia de mi lar.

Antesala decembrina,
crepitar lúdico de infancia entre patines
silencio de fieles,
agua sin mojar creyentes.
Ancestral ritual a tu paso
entre balcones y ventanas blanco azul izadas,
sutiles imágenes exaltan tu esencia
alegóricos recuerdos
subliman mis letras
matices de incesante memoria
en un «Gloria a Ti».

 

Bitácora de Fuego se constituyó el 12 de diciembre de 2014, en el marco de la conmemoración del nacimiento de la poetisa zuliana María Calcaño.

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El presente reportaje pertenece a la décima edición de la revista cultural Tinta Libre, publicada el 11 de noviembre de 2016.

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